A Través De Las Memorias

URSS-Mex

La relación que tenia Mexico con URRS siempre había sido algo extraña aunque probablemente eso se debía a que no comenzó con él propiamente dicho, si no con su antecesor Imperio ruso, corria el año 1806 cuando todo comenzó, podía recordar con claridad los momentos que pasaron juntos y aunque aun dolían al menos ya no la mantenían llorando en las noches que pasaba en vela.

Recuerda vagamente a Imperio Ruso, le hubiera encantado poder ser buenos amigos pero durante ese tiempo ambos tenían sus propias revoluciones a las cuales atender. Y aunque a Mexico le encantaría decir que lo conocía bien, la verdad es que estaría mintiendo.

Una parte de él quisiera regresar a esos momentos de su juventud, otra se da cuenta de que es una muy mala idea.

Pero URRS era diferente, el siempre lo había sido, podían entenderse mutuamente por las cosas que habían pasado, aunque no podía evitar sentirse algo extraño por la diferencia de edad, después de todo, URRS había nacido en 1922 y Mexico era tan mayor que ni siquiera quería pensar en eso.

Le encanta recorrer el recuerdo de cuando lo reconoció como país, el como su corazón palpitaba desde su pecho hasta su garganta, con los nervios a flor de piel, sabia que era porque estaba desobedeciendo a USA, pero al diablo con él, no era su jefe y si ni su padre podía decirle que hacer menos ese wey. Ese pequeño acto de rebeldía le costo varias discusiones con su vecino, pero no le importo, sabia como era estar en su posision y el querer que alguien diera la cara por ti, tal vez por eso fue que siempre se llevaron tan bien.

No sabe cómo pasó, pero ese maldito tenía un don, porque lo traía bien pendejo de amor, lo mas maravilloso era que ambos se amaban.

URSS se veía ten lindo cuando se sonrojaba, con un lindo tono dorado bañando sus rojas mejillas, pero seguir esa línea de pensamientos solo llevaría a recuerdos de sus citas juntos, las sonrisas en sus rostros y las palabras susurradas en la obscuridad.

Pero por ahora, en sus momentos de ebriedad, con la soledad de su habitación como único testigo, podía permitirse volver a llorar por lo que pudo ser y no fue, por lo que la vida le había quitado, porque ese maldito hijo de la chingada se había muerto después de haberle dejado probar lo que era el amor, era tan injusto que alguien llegara, le mostrara lo que era el amor y luego solo desapareciera de la fas de la tierra como si nunca hubiera existido.

Tal vez tenía que ahogar algunos recuerdos en la privacidad de su habitación.