I

8.9K 460 152
                                    

El sol se ha puesto, el aire entra por la ventana entre abierta, la casa está a oscuras y ahí estamos, él y yo.

Sonic ha abierto ese libro polvoriento de nuevo. Una novela romántica y con mucho drama que tanto le encantaba leerme, trataba sobre una chica que se había enamorado de su mejor amigo y éstos se enfrentaban a problemas que parecían imposibles en la realidad; bla bla bla... Un completo cliché y algo que en mi opinión no sería una obra fantástica de la literatura, sin embargo, me gustaba escuchar como narraba aquella historia; como si su voz me hipnotizara.

Ese libro solía leermelo cada noche desde que me trajo a casa, nuestra casa.

...

Hace mucho, un chico de 4 años, huérfano se encontraba tratando de construir algo asombroso con unos rotos trozos de madera que había encontrado el día anterior debajo de su desgastada cama, ese era yo.

Todos los niños del orfanato me hacían burla por mis dos colas y no era algo realmente que me sorprendiera ya.

"Miles Prower, el zorro deforme" solían decirme, intentaba ignorarlos pero era evidente que nadie me adoptaría por aquella mutación, al menos eso creía.

Después de algunos tristes años, cuando cumplí 12, unas semanas después de las fiestas decembrinas, el orfanato fue clausurado y tuvieron que dar a los niños en adopción lo más rápido posible, esforzándose por encontrarle una familia a cada habitante de mi antiguo hogar, pero al final nadie se interesó por mí y pues, nadie me llevó.
-Pobre niño, espero que pronto tengas un hogar- Mencionaba una señora lobo algo anciana junto con sus dos hijos recién adoptados, uno conejo y una especie de ave.

Al final, los trabajadores del orfanato no tuvieron de otra que mandarme a la calle, desamparado. Los encargados de ese espantoso lugar no me dieron alojo y solo me dejaron tirado en un solitario bosque lejos de la ciudad donde solía ubicarme. Intenté hacer que las personas que viejaban en carretera por ahí se detuvieran, pero parece ser que nadie quería hacer una buena obra hoy, por lo que terminé adentrándome al bosque, buscando un sitio para dormir.

Mi primera noche ahí fue horrible, en una pequeña maleta que me dieron (supongo que para no sentirse tan mal al dejarme a la deriva) había una sábana muy delgada, ésta poseía orificios lo bastante grandes como para no taparme del frío que estaba haciendo en pleno invierno, como si no fuera suficiente que aquella sábana era del grosor de una hoja de papel, inservible. Dentro de la maleta también había un sándwich y una botella mediana de agua. Me dieron lo suficiente para sobrevivir por unos cuantos días, ya que podía administrar la comida y bebida, casi casi "una mordida pequeña y un sorbito de agua cada día" y así fue. Sin embargo, después de tres días el sándwich tenía más una apariencia podrida que apetitosa, estaba lleno de moho y tuve que tirarlo, dejándome con hambre.

-Esto no puede ser.- Me dije, afortunadamente aún tenía agua, eso sería más que suficiente... Pero, necesitaba buscar comida, ya que unas semana después podría morir por inanición... Y tenía que impedirlo.

...

Era una noche más, helada y totalmente desolada, me encontraba buscando bayas por los arbustos de las afueras del bosque o cualquier cosa que pareciera ser comestible, ya que no había explorado antes por ahí y podría haber posibilidad de que alguien que haya pasado manejando por aquí haya tirado sobras de algo. No podía soportarlo más... El hambre me estaba matando por dentro y el agua que tenía milagrosamente seguía siendo líquida y no un hielo debido al calor que le daban mis dos colas al frotar la botella. Era salvar el agua o morir de sed, hambre y frío al mismo tiempo.

No pude caminar más y después de buscar como loco, caí al suelo, en la blanca y helada nieve. Cansado, levanté mi cabeza con las fuerzas que me quedaban y creyendo que éste sería mi fin: -¡Ayúdenme por favor!- Grité con mi último aliento y finalmente me desvanecí.

Dentro de mí mismo pensé que el sonido de los autos a gran velocidad había hecho que mi grito de ayuda no se escuchara y nadie se acercara a ayudarme, pero...

Pude escuchar como un auto frenó de la nada y aceleraba hacia mí, quizá queriendo atropellarme.

El auto frena, sentí el calor de la parrilla del auto en mi cuerpo, ¿no iban a acabar conmigo?

Sentí la presencia de alguien, había bajado del auto y pude sentir como el desconocido tocaba mi cuello y mis muñecas para ver si tenía pulso. -Pronto estarás bien, amigo- Dijo con un tono bajo, sintiendo el calor de su aliento en mi cuerpo. Finalmente me cargó y se dirigió al auto, al sentirme protegido me hice una pequeña bola peluda y dormí tranquilo, por no decir que... Me desmayé.

...

Desperté, estaba acostado en una cama bastante cómoda... Y grande. El cuarto era enorme y demasiado... Arreglado. -¿Dónde estoy?- Me dije a mí mismo, quizá un poco asustado. En eso, entra un erizo azul a la habitación y se cruza de brazos en la entrada, serio. Creo que hablé en voz alta.

El erizo cambió su expresión a una más confiada y agradable -Hola zorro, ¿Cómo te encuentras?- El azulado se acercaba a mí. Me quedé pasmado, no sabía que responder.

Al verme así, el erizo opta por frenar su caminata hacia mí e intentar hablarme desde lejos -Tranquilo, no tengas miedo, creo que no me he presentado. Mi nombre es Sonic.- Dice con una sonrisa y el pulgar arriba.

Al mirarlo con detenimiento pude notar que llevaba unos guantes blancos y unos tenis rojos demasiado geniales, parecían de otro mundo. Sus ojos eran de un verde muy hermoso y su piel color melocotón resplandecía cuando sonreía, definitivamente no se veía un mal tipo.

 Sus ojos eran de un verde muy hermoso y su piel color melocotón resplandecía cuando sonreía, definitivamente no se veía un mal tipo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Soy Miles, Miler Prower- Contesté con una voz temblorosa y casi inaudible. Sin embargo, parece haberla escuchado.

-Un gusto Miles, te traje a mi humilde hogar ya que parece ser que estabas inconsciente... Pero no te preocupes, llegué y ya estás aquí, sano y salvo.- Su tono de voz era bastante distinto al mío, hablaba de una forma más confiada y de lejos se notaba que no era una persona común de la sociedad.

Antes de seguir examinando cada parte de él, me interrumpe -Bueno, parece ser que tienes hambre, acompáñame- Mencionó antes de soltar una risita, que me hizo tenerle un poco más de confianza. A pesar de estar algo sucio, creo que mi prioridad es alimentarme... Así que fuí detrás de él.

...

Hola, nuevo lector. Estoy haciendo unas modificaciones a mi historia. Por si de repente ves que el hilo de la historia va para otro lado, sepas que es porque mi historia está en construcción nuevamente.

Silver fuera.

•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora