•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)

XXV

La coneja volteó, topándose con Rouge.

-Oh... Señorita... Es que... Yo... Estaba intentando abrir la puerta para limpiar.- Dijo Cream, se escuchaba nerviosa por lo que la murciélago podría decirle.

-Escucha niña, el amo Sonic ha dado instrucciones específicas. Si la puerta está cerrada, NO LA ABRAS.- Contestó Rouge, mirándola desafiante.

-Pero, el amo Tails está dentro... -

-Por eso niña, tú solita te has respondido. Él es AMO, no servidumbre como tú.- Pude escuchar como el sonido de los tacones de Rouge se iban alejando. Sin embargo, podía seguir viendo sombra por el orificio de la puerta, Cream seguía allí.

-Ya verás, zorro. Pronto vas a servirme a mí.- Cream ya se había ido, podía estar en paz explorando más, digo, cuidando la habitación de Sonic.

Me senté en su cama y me puse a observar las paredes. Supongo que, después de lo que le dijo Rouge a Cream, Sonic debe de limpiar su habitación, pero... Parece ser que no le echa muchas ganas porque llega cansado de su trabajo, eso podría explicar las bolsas de frituras.

Entiendo su cansancio y todo eso pero, no debería estar en un lugar tan sucio. Así que me dispuse a recorrer cada parte de la habitación, buscado bolsas de frituras y demás para recogerlas.

Al terminar de recoger la basura visible, me asomé abajo de la cama del erizo. Había un pequeño bulto lleno de basura, estiré mi mano y pude sacarlo. Pero no era lo único que había.

Con Sonic...

-Diablos... Quizá no debí haber hecho menos la preocupación de Tails respecto a Cream. En cierta parte, él está en su derecho de preocuparse.- Pensaba mientras se encontraba en una junta.

En eso, llama alguien a su celular.

-Disculpen, tengo que contestar- Mencionó cuando vió que era Tails quien le llamaba.

Cerró la puerta de la habitación donde estaba la junta y contestó. -Hola Tails, estoy en una junta. ¿Podrías llamarme más tar... -

...

Antes de haber terminado su frase, colgué... Había encontrado una caja repleta de regalos y cartas de amor recientes... Todas de este último mes, parecía ser que su lejanía conmigo no era por el trabajo... Era por otra persona.

Me siento mal.