•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)

IX

Nuevo día, son las 9 AM.

-Parece ser un buen día para volar- Me levanté de un salto para empezar mi día y... ¡Mis tenis! No estaban por ningún lado, los había dejado aquí... Diablos.

De repente abro el armario, quizá Sonic los había dejado ahí. Al buscar, encontré unos tenis nuevos y muy relucientes junto con una pequeña carta que decía:

He comprado estos nuevos tenis para tí, Tails... Cuídalos mucho aunque sé que lo harás. Tuve que salir por trabajo, traeré varias pinturas y decoración para tu habitación, ah y el centro recreativo.
Coméntale a Amy la temática con la que quieres tu habitación y lo que harás en tu centro recreativo, ella me llamará y me dará los detalles para que ambos lugares sean de tu agrado, ¡sal a jugar y diviértete!
-Sonic-

Vaya, es algo complicado decidir que quiero en mi habitación, pero si sé que quiero mi taller ahora mismo. Me puse los brillantes tenis rojos y bajé las escaleras a toda velocidad, Amy estaba en la cocina junto con Vanilla.

-Amy, ya sé que quiero en mi centro recreativo- Dije con confianza. Creo que lo dije bastante fuerte, hice que unas galletas de coco cayeran al piso porque la asusté.

-Me gustaría un taller como centro recreativo, tú sabes... Varias herramientas y esas cosas.-

-Vale, ¿y tú habitación?- Cuestionaba Amy. -Uhm... Algo relacionado con los aviones, colores cálidos... Y pues, amarillo.- Sinceramente no sabía con exactitud cómo quería mi cuarto, por ahora tenía hambre.

-Antes de continuar, me gustaría comer algo...- Dije tocando mi estómago.
-Vaya, es momento de prepararle algo al amo Tails, ¿Qué desea?- Preguntó Vanilla con ternura.

Pensando un momento en mi siguiente comida, llegué a una conclusión -Eh... ¡Shadow!, ¿puedes venir, por favor?- Grité, no pasó ni 1 segundo y ya estaba a lado de mí.

-¿Necesita algo, amo Tails?- Dijo Shadow con un tono serio, mirando imponente a Vanilla y Amy.

-Sí, llévame a comprar unas papas fritas y un helado por favor- Ahora no tenía ganas de algo hecho en casa, quería algo de chatarra... Hace años que no comía chuches.

Ambas cocineras se quedaron sorprendidas al ver como Shadow, mi mayordomo... Asentía con la cabeza y me llevaba afuera para comprar lo que yo quería. Definitivamente esta vida no me va nada mal, podría acostumbrarme pronto.

Estuvimos varios minutos en auto, pude ver que Knuckles no estaba cuidando la casa como de costumbre, supongo que fue con Sonic a comprar lo indicado y a cuidarlo. Como buen acaudalado, debía de llevar buena protección para su integridad... Viendo como es Shadow, no me sorprendería que supiera cuidarme muy bien.

El azabache era muy amable conmigo, claro, sin dejar de ser serio. Así que me era bastante difícil entender el porque Sonic era bastante cruel con él.

Llegamos después de un largo día de comer comida chatarra, estuve jugando varias horas con Shadow en el patio trasero, yo me divertía y él seguía teniendo la misma cara seria de siempre.

Eran las 6 PM ya, ¿De verdad nos la habíamos pasado toda la tarde afuera?

-Te estaba buscando, inservible.- Sonic abrió la puerta trasera de golpe, al parecer estaba buscando a Shadow.

-Lo siento, amo Sonic- Contestaba el azabache con una sonrisa en el rostro, ¿Le divertía ser tratado así?

-Tails, aquí estás- La expresión de Sonic cambió de la nada al verme. Pasó de estar molesto a bastante enérgico, como siempre. -Ya está tu habitación y tu taller, diviértete... Pero recuerda, te quiero en la cama a las 11 PM, ¿De acuerdo?- Asentí con la cabeza y me dirigí a mi taller, de nuevo casi corriendo... Ya que no quería ver la pelea.

Al llegar, me puse a revisar todo. Había todo lo que podría necesitar. Iniciaré el proyecto que llevaba planeando desde hace mucho, un avión... Siempre fuí bueno para el diseño y construcción de cosas, aunque por obvias razones, no tenía ingresos para construir mis proyectos.
Estuve horas haciendo los planos para la construcción de mi nuevo avión, pero al parecer perdí la noción del tiempo...

-Vaya, ya son las 11: 30- El personal de la casa había terminado su turno desde las 10 y no faltaba mucho para que Sonic subiera a leerme un cuento a media noche, como siempre.

Antes de salir de mi taller, escucho dos voces conversando fuera del taller.

-¿A caso no te has ido, inútil?-

-Oh, vamos... ¿Cuándo dejarás esa actitud?-