•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)

XVII

-Oh... Vaya. - No podía creer lo que había escuchado, ¿Sonic realmente había pasado por todo eso a tan corta edad?

-Tails, necesitaba contarte esto... La habitación que está cerrada con llave era nuestra. Me dolía tirarlo, pero a la vez verlo... Así que solo decidí dejar todo ahí- Sonic empezó a llorar, lo abracé con fuerza y solo le dije -No te preocupes Sonic, estaré contigo pase lo que pase. Hagamos que esas heridas sanen.-

El erizo me volteó a ver y sonrió, limpiando sus lágrimas con sus guantes.

- No has respondido mi pregunta... ¿Te gustaría salir conmigo?-

-¿Eh?- Dije asombrado al escuchar aquella pregunta tan repentina. Recuerdo como si fuese ayer cuando nos conocimos... Era loco ver que después, la persona que cuidó de mí se enamorara con el paso del tiempo.

-Pero, sigues amándolo ¿no?... A Shadow.- Cuestioné mientras miraba directamente a Sonic, algo confuso.

-No, no... Claro que no... Lo que pasa es que quería sacar mi pesar contigo, como dije antes, no quiero que haya secretos entre nosotros... ¿Crees que seguiría amando a alguien que me hizo mucho daño?-

-No...- Contesté.

-Entonces... ¿Qué dices?- Dijo con los brazos abiertos.

Pensé mucho es esta parte, en primer lugar no sabía si era gay... Sin embargo, podía notar que seguía dolido por lo que había pasado con Shadow... No quería que eso interfiriera con mi salud mental y con nuestra posible relación... Por lo que:

-Sonic, agradezco tu sinceridad... Pero quisiera un tiempo para sanar... Tanto tú y yo, tanto mental como físicamente.- Sonreí, no mentía cuando mencioné sanar físicamente, ya que estaba lleno de golpes y él, quizá algo deprimido.

El cobalto me abrazó con todas sus fuerzas, y solo me dijo:

-Entiendo totalmente tu decisión, querido Tails... Cuando te sientas listo para iniciar una relación conmigo, dímelo. Mi propuesta sigue abierta. Prometo sanar y mejorar para que esto sea una relación donde ambos nos sintamos bien.-

Correspondí su abrazo, no podía creer que alguien me amara a pesar de mi extraña personalidad y de mis dos colas. Pero después de esto... Podía comprobar que realmente iba a esperarme hasta estar listo.

Al dejar de abrazarnos, Sonic se puso de color rojo.

-¿Qué pasa?- Dije con una pequeña sonrisa en el rostro.

-Me esforzaré.- El erizo se rascaba la nuca apenado. Quizá podría conocerlo más a fondo.

-Oh, no te preocupes... Por ahora, ya me siento mejor, ¿qué te parece si salimos de esta triste habitación?- Dije.

No estaba seguro de que era lo que yo quería... Pero iba a descubrirlo con el tiempo.