•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)

XXIII

Al pasar a la sala principal, Cream empezó a opinar sobre la decoración. -Vaya, ¿no has cambiado el papel tapiz desde la última vez que vine? No digo que esté mal pero, ya es viejo.-

-Bueno... Yo... - Decía Sonic confundido.

-Ay, señor Sonic... No se preocupe, ¡Haré todo lo que sea posible para complacerle.-

El cobalto me miraba de reojo, apretando los dientes. Yo sabía en mi interior que esto sería mala idea... Pero Sonic no podía perder el cariño y confianza de su mejor empleada, Vanilla.

-Bueno... Tengo que ir a trabajar...- Dijo Sonic mientras observaba a Cream.

-De acuerdo, joven Sonic... Espero que le vaya bien- Contestó Vanilla con una sonrisa, mientras su hija se lo comía con los ojos... Nada discreta.

El de ojos esmeralda se alejó de nosotros rápidamente. Pero antes de irse, lo jalé del brazo, llevándolo a la cocina conmigo. Al llegar, me desahogué.

-Sonic... Tengo el presentimiento de que esa niña es una acosadora-

-¿De qué hablas, Tails? Es simplemente una vieja amiga. Está emocionada por verme- Dijo con voz baja.

-Te ayudaré a saber que posiblemente sea cierto lo que te digo. Apuesto que su madre no estará al pendiente de ella todos estos días por hacer su trabajo en la cocina... No quiero enterarme de que ha visto toda tu recámara e inclusive haya olido la almohada- Sonic se veía cada vez más nervioso por las cosas que le estaba diciendo.

-Creo que estás un poco paranoico, Tails... No te preocupes, después de lo de Shadow no habrá nada más. Lo juro- Contestó con una sonrisa en su rostro, haciéndome sentir más tranquilo.

-Bueno, tengo que irme.- Mencionó antes de despeinarme el pelaje y dirigirse a la puerta, donde Knuckles lo esperaría para llevarlo a su lugar de trabajo.

-Esto va a ser difícil... -

Me sentía decidido a desayunar, pues estaba muy hambriento... Pero una voz chillona no me dejaba comer tranquilo.

Me dirigí a la sala principal de nuevo, y ahí estaba la coneja. Brincando y gritando.

-¿Cuál es tu nombre, niñita?- Preguntaba Rouge, al parecer ya era hora de que los trabajadores vinieran.

-Me llamo Cream, soy la hija de Vanilla y me encargo de la limpieza junto a Sally Acorn.-

-Hola Cream, cuánto tiempo.- Interrumpió Sally mientras entraba a la casa.

-¿Y usted qué es, chica murciélago? ¿Una modelo o algo así?- Contesta Cream, haciendo que Rouge se pusiera roja. Se sentía halagada.

Al parecer todo el personal ya estaba aquí, observando y admirando los cumplidos que Cream le hacía a todos.

-¡Hola a todos! Soy la nueva trabajadora y... ¡Ups!- Cream rompió un florero, era de esperarse debido a que se la pasó brincando desde que ella misma se contrató.

Miré a Sally y a todo el equipo. Nadie tenía cara de disgusto.

-Te ayudamos a recoger, pequeña- Dijeron al unisono.

Esto iba a ser un desastre, al menos para mí.