•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)

XXXIII

Al cabo de unas horas...

Íbamos de camino a casa, cuando de repente Sonic voltea hacia mí, algo despeinado y alterado. -Tails, no vuelvas a irte de nuevo... Entiendo que lo que pasó te ha dolido muchísimo. Pero realmente espero que no hayas dejado de confiar en mí después de ésto.-

Cuando lo escuché, me quedé pensando en que realmente él no estaba interesado en la chica que lo acosaba, al punto de ignorarla y a pesar de la insistencia, seguir firme a su decisión.

-No te preocupes Sonic, te creo... Pensándolo bien, creo que desde el principio pude haberlo hablado contigo, lo siento.- Le dije, aunque parezca algo loco, sinceramente tenía miedo de confrontarlo porque me aterraba su respuesta.

-Y bueno, no quise hablarlo contigo porque había entrado a tu habitación sin permiso... Pero créeme que fue por una buena razon, Cream.- Seguí.

De repente, Sonic se detiene para voltear hacia mí, poniéndose a mi altura.

-Tails... ¿Quién era ese otro yo que habíamos visto en el edificio viejo?- Preguntó mientras me miraba a los ojos. Lo noté algo ansioso, por lo que le conté:

-Bueno... Cuando llegué al orfanato, me topé con unos maleantes que intentaron hacerme daño, pero él llegó a salvarme y cuidarme... No supe mucho de él pero se hizo llamar "Zonic" y era una especie de guardián de todos los universos o algo así... Me protegió y cuidó.-

Sonic se veía molesto. -¿Te hicieron daño esos bastardos?- cuestionó.

-Nop, ya que él apareció. Fue repentino, pero lo agradezco.- Contesté con una sonrisa.

Me sonrojé un poco, pensándolo bien, Zonic realmente fisicamente era parecido al risueño erizo Sonic. Sin embargo, en personalidad era mucho más diferente a él... Me sentía más protegido, no atraído.

-No Sonic, no estaba enamorado si eso crees. Él solo me cuidó y se lo agradezco mucho. A pesar de que probablemente nunca lo vuelva a ver, me gustó conocerlo.- Mencioné cabizbajo.

-No te preocupes, pequeño. Seguramente está pendiente de todo. Vamos, tenemos que llegar a casa.- Noté a Sonic un poco más calmado, por lo que se levantó y tomó mi mano fuertemente

Amy y Sally ya iban bastante adelantadas cuando de repente:

-Entiende algo niño, si te prometí y perjuré algo, ten en cuenta que no importa qué pasé; lo cumpliré.- Dijo mientras seguíamos caminando... Asentí con la cabeza, algo sonrojado.

Más horas después, al amanecer...

Llegamos a casa después de una larga noche caminando, Knuckles nos abrió la puerta y al entrar pude ver a Rouge corriendo hacia mí.

-¡Cariño! No puedo creer que estés aquí de nuevo... No te vayas lejos y te consentiré con más vestuarios lindos...- Dice mientras me abraza tan fuerte que casi se me salen los intestinos.

-No te preocupes Rouge, estaré aquí toda la vida.- Reí.

Volteé para saludar a todos, todos estaban felices de verme, con excepción de alguien.

-Hola, zorro.-