VI

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Salí de casa, pasé por la enorme piscina y me fuí directamente al bosque.

-Vaya, se ve bastante grande... No sé si debería revisarlo ahora- Decía inseguro, no sé si saldría vivo de ahí.

Me adentré, habían muchos arbustos y árboles frondosos, pasan los minutos y el paisaje sigue sin cambiar. Solo veo árboles y más árboles...

-Ups... Creo que me he perdido- Dije cómico, parece ser que no tengo suerte con los bosques. Sabía que debí haber dejado un rastro de pan o algo así, mínimo para comer y llegar a casa al mismo tiempo.

De repente escucho un ruido, nada anormal... Pudo haber sido un animalito del bosque, algo común -Bueno, quizá debería caminar a ver si de casualidad llego a casa.-

Al caminar, pude escuchar otros pasos detrás mío. Me detuve y levanté las orejas para poner más atención, los pasos se seguían escuchando; no podría ser un animalito ya que ellos no pisan con el mismo volumen con el que está pisando ese posible monstruo salvaje.

Antes de correr despavorido, me mantuve racional -¿Quién anda ahí?- Pregunté con voz temblorosa, a pesar de que no me veía con miedo, realmente me aterraba la respuesta. Sentí que casi me desmayaba.

Un erizo azabache salió de la nada, tocando mi hombro.

-¡Ostia!- Grité con fuerza, el susto fue tanto que mis peludas y ya limpias colitas empezaron a girar y a elevarme, literalmente volé del susto.

-Eh, tranquilo colitas- Contestó el azabache con un tono burlezco. -¿A caso eres un helicóptero?- Dijo.

-No... Supongo- Dije con una voz imponente, aunque algo confundido... Realmente no sabía que podía volar y eso sería muy ventajoso si aquel erizo tuviese intenciones de atacarme.

-Vale... No me he presentado, mi nombre es Shadow- Dijo con una voz fría, inexpresiva. Estaba cruzado de brazos.

-Yo soy Miles Prower, pero después de aquel incidente volador puedes llamarme Tails- Contesté, después de vivir la experiencia de volar... Creo que debería darle más crédito a mis colitas y dejar de considerarlas una maldición. Dejé de girarlas y caí de pie en el suelo, para escuchar mejor al erizo.

-Bueno, al fin sé tu nombre. Verás, soy el mayordomo de este humilde hogar, donde vive el amo Sonic y ahora tú.- Dijo con una voz fría, de nuevo. ¿Este tipo no tiene sentimientos? No importa, me alegra haber sabido que era un trabajador.

-Y bien, ¿qué haces por aquí?- Le pregunté, realmente es una buena pregunta, ¿qué mayordomo se pasea por un bosque? ¿no tendría que estar 24/7 detrás de su amo?

-Verás, simplemente necesitaba algo de aire fresco. Al ver que usted no estaba en casa decidí buscarlo y aquí está- Respondió. Me sorprende que haya dicho no haberme visto en casa... Pues yo tampoco lo ví, de hecho... NUNCA LO HABÍA VISTO.

-De acuerdo- Dije finalmente, sin intención de seguir con la conversación. -Bueno, supongo que nos veremos en casa.- Levanté mis dos colas y me preparé para volar a casa.

Lejos de esta experiencia algo extraña con el tipo darks, estoy ansioso de contarle a Sonic lo que puedo hacer.

•Cuentos de media noche• (Sᴏɴᴛᴀɪʟs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora