Capítulo 8: Juicio.

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Al abrir la puerta, se podía presenciar a tres personas con una túnica blanca color nieve que les llegaban hasta los pies, la unica chica que estaba ahí tenía una tela negra con unas pequeñas cuerdas amarillas decorando su cuello que también decoraban perfectamente con los broches y cierres amarillos que estaban desde su pecho hasta sus piernas, en cambio, los otros dos hombres tenían una línea amarilla por ambos brazos y en el centro del pecho que llegaba hasta las piernas, estas personas veían fijamente a Alessio y Lyna, haciendo que Alessio le comienze a subir más la presión y que camine lentamente apretando un poco la mano de Lyna, la respiración de Alessio había aumentado de poco a poco, Lyna se da cuenta de esto y le dice en voz baja.

Sé que estás nervioso, pero ya estás aquí, tranquilo, no estas solo...

«Es verdad, no estoy sólo, tengo el apoyo de Emilio y Lyna y posiblemente de Ilna, tranquilo Alessio, todo saldrá bien, si te pones a analizar la situación, estoy viviendo de esas aventuras que veía en mis series favoritas, tengo una sirvienta linda que tiene mi apoyo, una hermosa chica detrás de mi y un posible gran amigo que me apoyará en mi nueva aventura, además, desperté en una mansión, creo que seré de esos protagonistas que tanto admiro, de todas formas la vida tenía que recompensarme por haberme dado tan miserable vida anterior...»

Al pensar en esto, mira a Lyna y le dice con confianza dejando de lado su temor.

Tienes razón, saldrá todo bien.

—Oigan ustedes dos, ¿Qué hacen aquí? —Agregaba unos de los ayudantes, tal reclamo hizo que Velleda le interrumpieda.

—Espera un momento, ¿tu eres el verdadero Emilio o eres el otro...?

Un ambiente tenso se había creado por la pregunta del Juez, haciendo que Alessio tenga la obligación de responderle.

—Bueno, aún no me he presentado, yo soy...

—No te he dicho que te presentes, pero ya con eso no es necesario que me respondas.

—¿Por qué...?

—No hay tiempo de dudas, solo espera por tu juicio, ven aquí adelante y siéntate mientras esperamos al señor Emilio y a la señora Ilna.

—Bueno... No tengo opción, ven Lyna.

—Sin la sirvienta, ella puede irse, tiene muchas cosas que hacer...

—Se puede quedar.

Una voz de una chica se escuchaba desde la puerta, era Ilna que exclamó en el ambiente interrumpiendo a Velleda.

—Señor Emilio y Señorita Ilna, sean bienvenidos, no tengo ninguna obsesión en su petición, ¿pero para que quiere que se quedé la sirvienta? Tieene muchas cosas que hacer, su presencia no es de gran importancia.

—Sí, es verdad, pero ella estuvo presente con ese individuo en todo momento, así que es testigo.

—Hermana...

—Hmmm, si es asi no puedo oponerme, bueno, mientras más testigos mejor aún, así que petición aceptada.

—Hermana, ¿por qué...?

—Ya es hora que aprendas a tener una opinión propia Lyna.

—Sí... Pero yo no... —Dice con nervios, pero viene interrumpida por Emilio.

—Bueno, bueno, ya estamos todos los presentes, ya va siendo hora que comienze este juicio.

Al estar todo listo, Alessio se pone al frente sin tener la más mínima idea de lo que pasará, así que Lyna, Ilna y Emilio se sientan y los 2 ayudantes se ponen en cada lado del señor Velleda.

Bajo mi mente en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora