Al llegar a la biblioteca después de esa deliciosa cena de parte de la sirvienta, abre la puerta y se encuentra a Inés leyendo un libro, se podía presenciar el cambio de ambiente de una alegre a una serio, era algo de esperarse, pero alegre por el gesto de Lyna, no parecía que le molestaría afrontar una tarde con Inés, pero sabiendo que no debe incomodarle, hace como si nada hubiera pasado y la saluda.
— Hola, Inés, ya vine.
— Oh..., ya viniste, creo que es hora de seguir con el trabajo. —Le respondía sin quitar la mirada del libro, pero al finalizar su frase, lo cierra al mismo tiempo que cierra sus ojos y acomoda sus lentes, y después de unos segundos se alza y observa al chico.
— Lo que tenemos que hacer ahora es ordenar unos papeles y documentos, como siempre tú me lo pasarás y yo los ordenaré.
— Bueno, no parece ser tan duro.
— Eso parece, pero como tu sólo te encargadas en pasármelos no tendrás que hacer nada más que eso, sígueme, tendremos que ir a la oficina del señor Velleda.
— Vaya, la tendré fácil..., viéndolo así tendrás que encargarte del papeleo.
Sin recibir ni una respuesta, Inés sigue su camino hasta la oficina, su silenciosa respuesta sólo hizo incomodar más a Alessio dejando ver que no debía haber dicho eso, aunque hace unas horas le haya dado la autorización de preguntarle cualquier cosa, no sabía si aún estaba vigente esa autorización y más aún por lo que había dicho, por lo que se queda callado y solo sigue sus órdenes.
Después de otras largas horas sin decirse nada más que darles las indicaciones que le daba a Alessio, era lo mismo que en la mañana, no se decían ni una palabra, las hojas que Alessio le pasaba contenían varias escrituras que al parecer eran importantes, pero al no saber leer, no podía saber el significado de estas.
— Es algo bueno que no sepas leer. —Dice Inés al improviso, sorprendiendo a Alessio.
— ¿A-A que te refieres?
— Al no saber leer no puedes leer estos documentos.
— No sé si sentirme elogiado o humillado, pero por cómo lo dices parecen ser importantes.
— Me sorprende que lo hallas deducido rápido.
— Bueno, no es por nada que sea e....
Antes de terminar de decir que era por ser el gemelo de Emilio, se acuerda que no debía decir una tontería delante de ella, por lo que se calla al último momento.
— El gemelo de Emilio, ¿Eso es lo que querías decir? —Dice Inés terminando su frase al estar ordenando las hojas, su comentario deja sorprendido a Alessio y tranquilizándose, le responde:
— Si..., sabía que decir eso podría molestarte o incomodarte, por lo que no lo dije para interrumpir tu trabajo.
— Es muy común en ti, no sería una novedad escuchar eso de ti, pero que bien no lo dijiste, eso sí es una novedad.
Podría parecer un cumplido, pero viniendo de Inés podía tratarse de otra cosa, por lo que Alessio se queda dudoso, aunque quería decirle si era realmente un cumplido, mejor decide quedarse callado y seguir haciendo lo que estaba haciendo.
— hmm... —Contesto Inés con su típico tono serio.
Realmente no había nada que podía decirle, su voz silenciosa acompañada con su mirada seria solo hacía más incomodo su estancia con ella, habían pasado más de 4 horas desde que comenzarón a trabajar, esa pequeña conversación había sido posiblemente la unica vez que hablarían en el día, pero en la silenciosa oficina, era más notable los pasos de alguien que estaba llegando, por lo que abre la puerta y era el señor Velleda que había regresado después de entregar todos los libros.
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Bajo mi mente en otro mundo
FantasyLos dolores que más duelen, son los errores que no puedes corregir, menos aún si la misma vida no te lo permite, pero... Si pudieras corregirlos de una manera dolorosa y sufrir en cada vida que vivas para tener la felicidad que tan anhelas... ¿Podrí...