Capítulo 20: A mano sin pedir nada de ambos.

10 2 0
                                    

Después de esa agradable noche con su gemelo; como siempre en cada mañana; un llamado de su puerta interrumpe su sueño placentero, aunque sus motivaciones hayan sido altas en la noche anterior, no había rastros que quisiera levantarse de la cama en su primer día como aventurero, podía seguir durmiendo sin ni un problema, aunque el llamado de la puerta sea suave, parecía que no le hacía efecto para que se levantara, por lo que sin su permiso, entra a la habitación y observa al chico que tanto apreciaba como un bebé que mimaría como si fuera su propio hijo.

«Es muy tierno cuando duerme...», decía Lyna con una sonrisa al acercarse a Alessio, al observarlo tirado en su cama durmiendo como si hubiera tenido un duro día de trabajo, lo observa con brillos en sus ojos, eran de esas pocas veces que tenía la oportunidad de verlo bajo la luz del amanecer en su cama, pero sabiendo lo que sucedió el día anterior, aunque más le duela, decide levantarlo.

— Despierta Alessio, ya es de día, despierta... —Decía con una voz suave que solo hacía que reposara con más peso—. Tu desayuno ya está servido, despierta, Alessito... —Le dice con cariño pensando que con eso se levantaría, pero por más que intentara hablarle; no lograría levantarlo, por lo que sacude suavemente su hombro y repite su nombre—. Alessio, Alessio, despierta, sé que quieres dormir más rato pero es hora que te levantes.

Parecía que sus esfuerzos no funcionarían, pero un suspiro que daba la indicación que poco a poco se iba a levantar, comienza a hablar a la par que entraba en razón.

— ¿L-Lyna...? —Decía Alessio con los ojos entrecerrados mientras que Lyna lo observa con cariño y delicadeza.

— Sí, Alessio, aquí estoy.

Al escuchar su voz se sienta en su cama y sostiene la mano de Alessio, al sentir la suave mano de la sirvienta lo aprieta con delicadeza haciéndola entender que se está despertando.

— Lyna...

— Buenos días, Alessio.

Con una sonrisa angelical que observa al abrir sus ojos, este tampoco evita en devolverle una sonrisa, por lo que se alza y observa la mano de la sirvienta que estaba en las suyas, aunque al inicio no sentía nada de vergüenza de hacer ese gesto, después de que Alessio se haya despertado completamente, al observar que el chico estaba observando sus manos, sus nervios se hicieron presentes en su corazón, pero aunque quisiera y pudiera moverlos, no quería hacerlo y seguir agarrando la mano del chico que apreciaba como parte del siguiente paso en su amistad tal como ella lo pensaba.

— T-Te vi durmiendo plácidamente, p-pensé que si agarraba tu mano podía hacerte despertar sin hacerte mucha molestia, p-pero si te incomoda puedo soltarlo...

— ¿Así que ese es la razón por la que agarraste mi mano? No te preocupes, no me incomoda para nada, más bien son muy suaves tus manos, si no fuera porque tengo un nuevo objetivo el día de hoy podría haber seguido durmiendo plácidamente sosteniendo tu mano.

— ¿U-Un nuevo objetivo...? Debe ser algo muy emocionante, es tierno de tu parte verte motivado y que quieras seguir sosteniendo mi mano cuando duermes.

— Je, Je, es verdad, no te lo había mencionado, aunque es un tema que prefiero contártelo en el desayuno, ¿no sé si te molestaría?

— uh, uh, para nada... —Niega con su cabeza—. Escucharte cuando comes me fascina.

— Si es así, entonces no tardaré mucho en lavarme y cambiarme, muchas gracias por levantarme Lyna. —Acaricia su cabello con su otra mano desprendiendo una sonrisa.

Ambos gestos que estaba haciendo Alessio solo hacía sentir muy feliz a la sirvienta, toda preocupación y pensamientos negativos que había tenido habían sido purificados desde la llegada de Alessio, por lo que no dice nada y disfruta ese gesto que suaviza los latidos de su corazón al observarlo.

Bajo mi mente en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora