Julieta.
Tomás dormía mientras yo lo miraba acurrucada en su pecho. Tomás dormía y yo sonreía, pero por dentro me moría de miedo; tengo miedo, tuve miedo de engancharme, de enamorarme y terminé haciéndolo y ahora tengo miedo de amarlo por completo.
sé que me dijo de vivir el día a día, pero no puedo parar de pensar en el hecho de que Chulu y su banda – exceptuando a H que según él, lo apoyaba – se enteré que estamos juntos; ¿pero, estamos juntos? los dos sentimos lo mismo, pero no teníamos un título y tampoco sé si quiero tenerlo, me muero porque esté conmigo, sí, pero también se que ese simple título, podría hacer que me maten o peor aún, que lo maten a él.
— si me seguís mirando así me va a agarrar un dolor de cabeza terrible... — habló sin abrir los ojos y yo solté una carcajada, se veía hermoso — buen día... — me miró y le regalé una sonrisa — ¿podemos despertar siempre así? la verdad que en mis veintiún años, nunca dormí tan bien.
— dale si y un buen día tu gente se pregunta "¿dónde estará Tomás?", vienen acá, nos ven juntos y nos abren la cabeza a tiros.
— basta con eso Julieta. — se puso serio y yo bajé la mirada — deja de pensar en que nos van a matar y si alguien se llegara a enterar de lo nuestro y quisiera lastimarnos, agarramos nuestras pocas cosas y nos vamos.
— ¿ah sí? — reí, era lindo soñar de vez en cuando, yo lo había dejado de hacer hace años — ¿y a dónde nos vamos?
— a cualquier lado, a La Matanza, a otro barrio, plata no nos falta con el negocio y podemos seguirlo sea acá o en otro lado... — negué con mi cabeza y una sonrisa en el rostro, era un plan de vida hermoso y cuando lo decía él, sonaba posible, pero no lo era — ¿te acordás cuando te pedí ser socios porque necesitaba la guita? — recordó y asistí — era para salir de la villa, odio este lugar, no puedo respirar, pero ahora que te conozco a vos, mis pulmones se destaparon
— yo no sé de donde sacas tantos chamuyos la verdad.
— es la posta Juli... — deslizó sus dedos por mi mejilla, acariciando esta — desde que te conocí, empecé a vivir, ahora realmente puedo respirar y estando con vos, siento que puedo salir de la villa.
— ¿es posible? salir, digo.
— vamos a tener que descubrirlo — dejó un beso en mi frente y empezó a colocarse su ropa — tengo que irme, quedé en almorzar con H, si puedo liberarme a la noche nos vemos.
— no tenemos que vernos todos los días eh.
— deja de cagarla y hacerte la que no me querés cuando hace horas dijiste que estás enamorada de mí — y una vez más me ganaba, reí por lo bajo y me crucé de brazos — decime que querés que nos veamos.
— siempre.
— así me gusta. — capturó mis labios una vez más y se acercó hacia la puerta — nos vemos, reina.
Tomás salió por la puerta y yo me tiré en la cama; miré al techo y solté un suspiro, definitivamente estoy enamorada, él había encontrado mi corazón ¿y si eso le traía problemas? sí, sigo sin poder parar de pensar en el hecho de que si Chulu o alguien de su banda se entera, vayan a lastimarlo, porque Troca ya lo sabía e intentó matarlo, fue un milagro el que Tomás se haya salvado y no puedo permitirme perderlo, nunca.
sonreí al leer la pantalla de mi celular, sigo sin creer que pasé todo el día pensando en él, en nosotros y sonaba tan raro el "nosotros", porque siempre estuve sola y ahora somos él y yo.
reí ante los mensajes y decidí dejar el celular sobre mi cama, para agarrar la ropa que usaría y meterme a bañar.
¿estaba nerviosa? sí, nunca había salido a excepción de ir a jodas y algún que otro boliche pedorro, pero con un chico jamás; siempre aleje a todos, excepto a Mauro, pero nunca salimos, vivíamos encerrados.
mientras el agua recorría mi cuerpo recordaba la primera vez que había visto a Tomás, nunca pensé que ese pibe que un momento quise – literalmente – matar por vender droga en mi barrio, hoy me había volado el bocho por completo.
— cuando te dije que te pongas linda no pensé que me ibas a esperar así... — escuché la voz de Tomás cuando salí de la ducha envuelta en una toalla y solté una carcajada — ahora ya no sé si quiero salir o quedarme acá y...
— cerra la boca. — lo interrumpí para saludarlo con un beso en los labios — ¿cuál es la sorpresa que tenes para mi?
— si te digo no es sorpresa...
respondió en tono burlón y lo miré mal, decidí terminar de peinarme y vestirme, así salir de mi casa y subirnos juntos a su moto, por primera vez manejaba él.
— ¿la sorpresa es traerme a un barrio careta? — le pregunté sin entender cuando llegamos a un lugar lleno de casas como las que se ven en la tele — pésima idea, odio a la gente de guita.
— ella es la sorpresa.
paró la moto frente a una casa y frunci el ceño, me señaló la ventana de esta y pude ver a una chica de pelo violeta sentada mirando la televisión.
— espero que no me odies por esto.
— ¿por qué?
— es Malena, tu hermana.
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ruinas | cro y cazzu
Fanfictionla calle me habla y yo no puedo decirle que no, las pulsaciones se me calman cuando estoy con vos.