36.

761 69 36
                                    

Tomás.

se fue. después de aclararme que nunca estuvimos juntos, se fue. por mi culpa, porque como ella me había dicho, me faltaban huevos.

había dejado ir a la única persona que amé. ¿cómo había sido tan gil? debería odiarme, de seguro que lo hacía porque después de todo lo que hizo por mí, estaba cargando con un muerto que había matado yo.

después de ver el visto en el chat y darme cuenta que me había bloqueado, abrí la puerta de mi casa y me encontré a H sentado en el sofá tomando una cerveza, por fin consumía otra cosa que no sea cocaína y por fin le habían dado el alta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

después de ver el visto en el chat y darme cuenta que me había bloqueado, abrí la puerta de mi casa y me encontré a H sentado en el sofá tomando una cerveza, por fin consumía otra cosa que no sea cocaína y por fin le habían dado el alta.

— ¿qué te pasa que tenes esa cara hermano?

— se fue H... — mi voz se quebró y me agache frente al sillón quedando a la altura de Lucas — Julieta, se fue, por mi culpa.

— veni acá boludo. — dijó y me abrazó fuertemente, tan fuerte que podria haber sido capaz de juntar todos mis pedazos nuevamente, pero para eso la necesitaba a ella — ¿la amas de verdad, no? — asentí con mi cabeza y mis lágrimas empaparon su buzo — entonces, anda a buscarla.

— no puedo, Chulu piensa que...

— de lo que Chulu piensa me voy a encargar yo. — me interrumpió y me separé lentamente de nuestro agarre — vos preocúpate por recuperar a tu chica.

— ¿y vos, me vas a volver a odiar?

— y yo voy a seguir siendo tu hermano.

él me regaló una sonrisa y volvió a abrazarme. mi hermano había vuelto. me levanté del suelo y empecé a guardar ropa en mi mochila y plata para cargarle gasolina a la moto.

— ya me voy. — le avisé a H y este asintió con su cabeza — ¿me prometes que cuando vuelva todo va a estar bien?

— te lo prometo, suerte.

me saludó y decidí salir de la casa para subirme a mi moto y emprender el viaje hacía Sierra de los Padres, según mis cálculos, Julieta tendría que haber llegado hace una hora, pero no quiso responder mi mensaje y había optado por bloquearme y la entendía. yo también me odio después de lo que le hice.

las cuatro horas que tuve de viaje hasta la cabaña, se me hicieron eternas, necesitaba llegar ya y verla, pedirle que por favor me perdone, que la necesito conmigo, que solo a ella amé, amo y voy a amar siempre, porque siempre va a ser ella para mí.

por fin llegué y pude ver las luces apagadas, supuse que por lo temprano que era estaba durmiendo. intenté entrar pero la puerta estaba cerrada, así que tuve que ir hasta la puerta trasera y forzar la cerradura para que no me escuche entrar. después de estar diez minutos peleando con la puerta, pude abrir la puerta y me encontré con ella durmiendo, una vez más me sentía en paz, como en casa.

— ¿Tomás? — preguntó algo dormida después de que acariciara su rostro — ¿sos vos?

— sí reina, soy yo.

ella abrió sus ojos rápidamente y se encontró con los míos. me miraba sin entender, estaba triste y entendía perfecto el porqué, había tenido que irse por mi del barrio donde se crió, yo después de tanto insistirle que por favor me de una oportunidad, la había terminado lastimando y estaba completamente arrepentido por eso.

abrió su boca para hablar pero puse dos dedos sobre esta para callarla, volvió a fijar su mirada en mí y sin pensarlo dos veces choque mis labios contra los suyos, necesitaba besarla, hace casi un mes que no lo hacía y estaba al borde de la locura. la agarré de la cintura sentandola sobre mí y ella se separó lentamente de mis labios.

— ¿qué haces acá?

— vengo a responder tu pregunta "¿ya no me amas?" y sí, te amo, como nunca pensé que podía amar a alguien, te amo a vos Julieta, siempre vas a ser vos.

.

horrible, perdón.
re bueno H vieron.

se acerca el final e

las amo.

ruinas | cro y cazzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora