OSVALDO SORIANO

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OSVALDO SORIANO

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OSVALDO SORIANO

Escritor  y  periodista argentino.

(1943-1997)


Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre.


En el fondo me siento el mismo escritor que estaba escribiendo sus primeros cuentos en la larga noche, cuando trabajaba de sereno en Tandil.


No hay persona alguna que deba pensar tanto, en tan poco tiempo y a tanta velocidad, como un futbolista cuando enfrenta el arquero y este lo mira a los ojos.


Nunca pude desprenderme de esa admiración profunda e íntima que me provocan los escritores que quiero, aquellos a los que leo con enorme cariño.


La mejor forma de molestar a la gente soberbia es no dirigirle la palabra. Es la manera con la cual yo conseguí que Maradona me hablara: entrar a un lugar y no hablarle.


El fútbol tiene la significación de una guerra sin muertos, pero con conflicto. Con drama, reflexión e ironía. Y amalgama a la familia, cosa que no consigue la política.


Cuando uno escribe un cuento, nunca piensa que es malo. El narcisismo de los escritores es algo monumental, en comparación, el de los boxeadores es nada. Todos creen que son geniales.


Quizá lo único que me propongo al escribir es quitarle a la literatura cierta solemnidad que tiene. Tengo poca relación con la crítica. Me importan los lectores, divertirme escribiendo y abrir un mundo que mezcle la aventura con la política y el humor.


Es muy difícil aprender con un texto absolutamente genial como los de Cortázar o Borges, porque uno está ante una obra gigantesca, pero no se le ven los tornillos. Algunos escritores creen que no hay nada que aprender. Pero los que creemos que sí lo hay, apreciamos mucho los tornillos y las tuercas que se ven en Quiroga y en algunos buenos cuentos de García Márquez que maravillan por lo bien resueltos, y que también se ven en muchos norteamericanos y en Roberto Arlt.



EPÍGRAFES FLANTÁSTICOS PARA ESCRITORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora