WILLIAM MORRIS

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WILLIAM MORRIS

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WILLIAM MORRIS

Artista y pensador inglés.

(1834-1896)


La gente ha olvidado cómo es un prado o un río y su idea de la belleza es un pub de lujo.

El mundo de la civilización moderna, en su carrera para ganar una prosperidad material muy desigualmente repartida, ha suprimido el arte popular; en otras palabras, la mayor parte de la población no tiene ninguna participación en el arte, que, tal como están las cosas, debe ser conservado en las manos de unos pocos ricos o acomodados que lo necesitan menos que los esforzados trabajadores.

Debido a una extraña ceguera y a un extraño error de la civilización de los últimos tiempos, casi todo el trabajo ha llegado a convertirse en una carga tal que todo hombre, si pudiera, se libraría de ella.

Todo esto es resultado del sistema que ha estrangulado el arte y exaltado el comercio hasta convertirlo en religión sagrada; y parecería que está dispuesto, con esa terrible estupidez que es su característica primordial, a burlarse del noble consejo de aquel satírico romano, cambiándole el sentido: así ahora se nos pide que, en nombre de la vida, destruyamos la razón de vivir.

Mi primera exigencia es la de una buena salud. Sentir la misma vida como un placer; disfrutar del movimiento de los propios miembros y del ejercicio de las facultades físicas; jugar con el sol, la lluvia y el viento; regocijarse en la satisfacción de los apetitos naturales propios del animal humano, sin temor a la degradación, sin la conciencia de estar haciendo algo malo. Si no podemos satisfacer esta exigencia, no seremos más que pobres criaturas; y lo reivindico en las mismas narices de esas horribles doctrinas ascéticas que, nacidas de la desesperación de los oprimidos y humillados, han sido usadas durante siglos como instrumentos para la perpetuación de esta opresión y degradación. Mi segunda exigencia es la educación. Y esto presupone la exigencia de ocio abundante. Llegará así el momento adecuado para el nacimiento del nuevo arte, tan discutido y por tanto tiempo diferido.

EPÍGRAFES FLANTÁSTICOS PARA ESCRITORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora