JOSÉ SARAMAGO

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JOSÉ SARAMAGO

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JOSÉ SARAMAGO

Escritor  novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués.

(1922-2010)


Si hubiera más ateos, habría menos guerras.


Siempre hay un tuerto o un listo que nos gobierna.


Yo no invento, sólo miro por detrás de lo que ya existe.


Lo que realmente nos separa de los animales es nuestra capacidad de esperanza.


Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.


Sólo si nos detenemos a pensar en las pequeñas cosas llegaremos a comprender las grandes.


Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.


Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.


He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.


Para qué sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado. El mejor arrepentimiento es sencillamente cambiar.


A veces la literatura se parece a una operación de Bolsa. Las cotizaciones suben y bajan, y muchas veces dependen sólo de la promoción.


La alegoría llega cuando describir la realidad ya no sirve. Los escritores y artistas trabajamos en las tinieblas, y como ciegos tanteamos la oscuridad.


Es mentira que el Nobel sirva para fomentar la literatura del país al que pertenece el galardonado. Para lo único que sirve es para engrosar la cuenta corriente del autor.


Sería incoherente que me opusiera a que un escritor coma de lo que escribe, pero lo que sí me parece denunciable es que escriba incluso cuando no tiene nada que decir.


Ni el arte ni la literatura tienen que damos lecciones de moral. Somos nosotros los que tenemos que salvamos, y sólo es posible con una postura ciudadana ética, aunque pueda sonar a antiguo y anacrónico.

EPÍGRAFES FLANTÁSTICOS PARA ESCRITORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora