ATAHUALPA YUPANQUI
(HECTOR ROBERTO CHAVERO)
Compositor y poeta argentino.
(1908-1992)
Decía mi mamá: Hay cosas que no se compran en la botica de la esquina. Hay que hacer la enorme y costosa diligencia de adquirirlas con el espíritu, y eso cuesta.
El desafío para mí ha sido en primer lugar, ver las cosas como son, ya sea un retrato, una calle de ciudad, o una pelota. En una palabra, he tratado de ser objetiva. No me refiero a la objetividad de una máquina, sino a la de un ser humano sensible con su misterioso y personal criterio. El segundo reto ha sido el de imponer el orden en las cosas que veo, para proporcionar el contexto visual y el marco intelectual, lo que para mí es el arte de la fotografía.
La música es una de las cosas que puede salvar al mundo, porque un hombre que busca y encuentra y se solaza horas y días y años y años luz, a través de generaciones, con la belleza, ¿qué otra cosa puede querer que un mundo mejor?
Mi padre era poco amigo de explicaciones. Pienso que tal vez prefería enfrentarme al paisaje, a los hombres, a las cosas que pueden ayudar a entender la vida, para que poco a poco yo sacara mis propias conclusiones. Tenía, sí, el buen tacto de no ofrecerme espectáculos vulgares. Muchas veces, con una mirada o una palabra, me ordenaba alejarme de gentes que él no consideraba oportunas o dignas para mis ojos.
Después vienen los que dicen: 'Tengo mi mensaje' y han escrito dos zambas, una chacarera y una canción de protesta y a eso le llaman 'mensaje'. Eso es falso. Mensaje es una vida. Mensaje es Tagore, mensaje es Cristo, mensaje son 75 de Chazarreta tocando danzas y nunca hablando de mensaje; pero lo dejó. Mensaje es Ricardo Rojas, es Martínez Estrada; a eso llamo yo mensaje. Cuando se serena el agua y se anda por el agua, ahí empieza a asomar el mensaje; mientras tanto, calladito.
La guitarra es para mí un poco el templo donde yo entro a rezar. Cuando necesito musitar mi salmo profundo, voy a la guitarra. Por supuesto, no voy a tocar chacareras, que me encantan, ni gatos. La chacarera en Santiago del Estero, la zamba en Tucumán y el estilo en la provincia de Buenos Aires, para mí eso configura toda una atmósfera tradicional y hermosa. Pero para rezar, la vidala. Y la hora no importa, las nueve o las tres de la mañana; y no necesito el estímulo del vino, ni de amigos. Respondo al reclamo interior, al 'cascabel', como lo llamaba Ortega y Gasset; cuando se agita dentro de uno el cascabel, es cuando se necesita andar ese camino para ver qué rebaño lo anda buscando.
ESTÁS LEYENDO
EPÍGRAFES FLANTÁSTICOS PARA ESCRITORES
NonfiksiUna colección selecta de epígrafes para disfrutar, reflexionar,y agregar algún texto literario que algún escritor esté necesitando. Una recopilación extensa pero indudablemente exquisita de escritores de una gran talla internacional...