RAYMOND THORNTON CHANDLER

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RAYMOND THORNTON CHANDLER

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RAYMOND THORNTON CHANDLER

Escritor, novelista y poeta estadounidense.

(1888-1959)


Es probable que comenzara con la poesía; casi todo comienza en ella.


El ajedrez es el más grande desperdicio de la inteligencia humana después de la publicidad.


Por superficiales y accidentadas que sean la mayoría de las amistades, la vida es un asunto bastante sombrío sin ellas.


No escribo por dinero o por prestigio, sino por amor, un amor extraño persistente por un mundo en el que los hombres puedan pensar en desapasionadas sutilezas y hablar el lenguaje de culturas casi olvidadas. Me gusta ese mundo y, llegada la ocasión, sacrificaría mi sueño y mi descanso y una buena cantidad de dinero para ingresar a él elegantemente.


Mi experiencia tratando de ayudar a otra gente a escribir ha sido limitada pero intensa. He hecho de todo, desde darles dinero para vivir a presuntos escritores hasta hacerles el argumento y reescribirles las obras. Creo que es una absoluta pérdida de tiempo. La gente a la que Dios o la naturaleza destinan a ser escritores encuentran sus propias respuestas, pero para los que tienen que preguntar la ayuda es imposible. Son sólo personas que quieren ser escritores.


Los escritores como clase me parecen hipersensibles y subalimentados espiritualmente. Me repugna ese pequeño destello en el fondo de los ojos esperando el elogio al último libro o cuento. A algunos de mis amigos (lo cual no significa demasiado, tengo muy pocos) no tolero leerlos. No hablo de sus libros con ellos. Leo sus espantosos libros y no veo ninguna razón sobre la tierra para que hayan tenido que escribirlos. Esto hace bastante peliaguda la relación social. Y eso es algo que me gusta de Hollywood. El escritor allí se manifiesta hasta su última corrupción. No busca el elogio, porque el elogio le llega en forma de un cheque por sus servicios. En Hollywood, el escritor promedio no es joven ni honesto ni valiente, y se excede un poco en la vestimenta. Pero uno lo pasa fenómeno con él, lo que no sucede normalmente con los autores de libros. Es mejor que aquello que escribe, mientras que la mayoría de los autores no resultan ni siquiera tan buenos como sus libros.

EPÍGRAFES FLANTÁSTICOS PARA ESCRITORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora