Explosión

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Nombre: Alex Norton
Edad: 23 años
Grado militar: teniente
Posición: Investigador general

-Oye jefe, este tipo es genial- Kider, capitán y segundo al mando del grupo 01 de exterminio, águila negra, con más carácter que cerebro, le gritó a su líder agitando las hojas con solo letras sobre su cabeza Tiene grado de teniente y alcanzó el nivel de investigador en todas las áreas, con razón lo mandaron a buscar, resalta por encima de todos los demás de la lista-

Tayson Ride lo miró de reojo mientras la brisa ondeaba las hebras largas y doradas de su cabello. Su posición recostado contra la columna con los brazos cruzados en el pecho le daba un aspecto relajado más no lo estaba. Cualquiera que hubiera pasado más de 5 minutos a su lado se daría cuenta que era un hombre que no bajaba la guardia, no por gusto tenía el grado de Mayor, solo por debajo del líder de todas las tropas y el Comandante de la Colmena y era el líder de su escuadrón con solo 29 años.

-Kider, habla más bajo- fue regañado por Diya, uno de los 5 integrantes del grupo allí presenteGritas mucho, al jefe no le gusta que griten-

El capitán chasqueó los dientes. Estaba realmente aburrido y no podía ni siquiera hablar o podría perder la lengua por parte de su superior. Tayson por su parte analizaba la situación. Junto con él estaban los cuatro Soldados con más capacidades de su unidad. Su misión, esperar en aquellas ruinas a que llegara la avioneta que traería consigo a los seis investigadores de la Colmena Madre que habían solicitado. Para atravesar los 10 km que los separaban y que era imposible de sobrevolar por los altos contenidos de magnetismo, hacia donde estaba su helicóptero para volver a la Colmena 3.

Una tarea que pudiera parecer fácil, más no lo era. Esos 10km estaban plagados de aquellas criaturas que habían llevado a la humanidad a la destrucción.

***
Alexandra agarró el viejo periódico que había quedado olvidado en el asiento vacío de al lado en la avioneta.

Virus amenaza la humanidad. Alerta internacional. Los zombis son una realidad, hombres con súper poderes, es el fin del mundo.

-Mentiras baratas para vender- resopló- Si vieran en que se ha convertido todo esto no hablarían tanta basura-

Ella frunció los labios ante aquellas palabras tan ignorantes y arrugó el papel que debía tener  bastantes años por la coloración amarillenta y desgastada tirándolo nuevamente sobre el asiento. Cuantos años había pasado desde aquello. El periódico tenia fecha 2021, así que alrededor de 50 años más o menos. El día de la catástrofe, cuando había explotado el laboratorio y un virus extraño había mutado a consecuencia regándose rápidamente como el agua.

Cuando aquello ella ni siquiera pensaba estar viva pero recordaba las historias que le habían contado.

Todo había sido un caos total. En menos de un año las grandes ciudades habían colapsado. Pero la humanidad no había caído como siempre se predijo. La reacción del virus Zitma había sido algo que no se esperaba y aquellos que simplemente murieron por la alta toxicidad, habían reducido la población mundial hasta un 60%. Y zombis. Eso era solo un sustantivo para definir las criaturas que habían surgido a partir de todo aquello.

Suspiró quitándose el alborotado cabello del rostro y tocó el chip que tenía ella misma había perfeccionado e instalado detrás de su oreja. Gracias a él tenía acceso a casi toda la información recopilada y de libre acceso en la Colmena Madre, pero aun así habían pocos datos de lo que realmente había ocurrido ese día y del desarrollo de los hechos. Sin eso solo estaban basándose en suposiciones, aunque ella sabía que la verdad estaba oculta entre los superiores.

-Descenderemos ahora- la voz del líder del grupo, un científico del área de biología animal informó y más de uno lo miró incrédulo.

-Y a este imbécil que le dio ahora por descender- protestó ella para si pateando con la punta de su tacón el suelo molesta. Deseaba llegar ya al destino. Sabía que le esperaría muchísimo trabajo y era de las que no le gustaba tener nada pendiente

Su destino era la antigua base 0298, un recinto que hacía de puente para que fueran recogidos por soldados para montarse en el nuevo avión que los llevaría a la Colmena 3, donde se requerían de nuevos investigadores después que tres zombis de nivel 4, el más alto y más extraño tipo, atacara directamente el laboratorio central, después de una mala manipulación.

Alexandra se imaginó la cara de los superiores y de aquellos que habían casi sacrificado su vida para capturar algún espécimen sin éxito y del caos total que habían dejado. Ni siquiera en la base de datos había algún elemento de ellos. Todo estaba en blanco y por lo visto estaban otra vez sin nada una vez que tuvieron de deshacerse de él. El suceso se había regado como agua y ese día se habían dado cuenta que debían reforzar los estudios sobre la rápida mutación que sólo afectaba a los zombis. Ella lo había analizado cuando escuchó la información y en todo el camino se había preguntado cuál había sido el detonante.

Pero sus pensamientos se vieron ofuscados cuando tuvo que salir con todo el personal para recoger piedras calizas y crisálidas en el terreno boscoso donde la avioneta maniobró de forma torpe para aterrizar. Aquello se suponía que estaba fuera del protocolo pero le apreció que era un capricho de aquel investigador. Había dejado su bolsa sobre asiento. No era que llevara mucho consigo, podría vivir con lo necesario.

-Señor-ella de acercó al líder de la expedición con una mueca en el rostro -Creo que deberíamos revisar los motores hay un fuerte olor a gasolina y no me gustaría que mi cabeza explotara-

-¿Qué está diciendo?-este se giró y aprovechó para gritarle y ella solo se sobó el oído de forma desinteresada, ahí iban de nuevo, había momentos que se cansaba de ser infravalorada por aquellos que no la soportaban y que se aprobecharan de que le habían dado algún cargo- No ve que sus compañeros de equipo están reuniendo material importante, deje de mirar otros asuntos y enfóquese en la tarea que se le asigno. Usted puede ser teniente, pero yo recibí la orden de dirección de este equipo- y le dio la espalda antes de que ella soltara su conocido mal carácter.

La única razón por la que no le rompió la nariz era porque estaban la intemperie, y aunque era de día el olor a sangre podía atraer a cualquier criatura de nivel tres en adelante, capaces de poder moverse bajo los rayos del sol. Apretó los dedos hasta que estos crujieron.

Suspiró y se alejó varios metros buscando un buen material, no entendía porque se esforzaban por utilizar estas piedras como fuente de energía, no duraba realmente, había otros componentes como el titanio y el níquel que bajo ciertas situaciones podían beneficiar la extracción se energía mucho más rápido. Ella misma había hecho una tesis que ya se estaba implementando pero había algunos investigadores ortodoxos que se negaban  cambiar la rutina. Si fuera por ella les patearía el culo de sus puestos y pondría a otras personas.

Caminó varios metros buscando algo más interesante, ya había cuatro de sus compañeros buscando las piedras así que ella aprovecharía para investigar las plantas en su entorno, después de todo, esta solo sería una de las contadas oportunidades que estaría fuera de los límites permisibles de la Colmena o de los laboratorios centrales. Estuvo tan absorta en su tarea después de encontrar algunas hojas que nunca antes había visto cuando sintió que los motores del avión se prendían.

-En serio- se levantó y miró hacia atrás comenzando a correr. No podía creer que la fueran a  dejar allí botada, si lo hacían las posibilidades de que sobreviviera era menos de cero a largo plazo.

Corrió hasta el claro donde el avión estaba solo para ser empujada hacia atrás cuando la avioneta estalló en miles de pedazos y el fuego de desplazó a varios metros inundando todo de un espeso humo negro. Alexandra se quedó allí tirada en la hierba. Un fuerte pitillo en los oídos, un fuerte dolor proviniendo de su cabeza, de su abdomen y de su muslo y la sangre caliente saliendo de su cuerpo. Su vista comenzó a difuminarse en contra de su voluntad.

Acaso moriría allí. Ni loca

Bailando entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora