Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Después de contratar a Louis casi sin pensar, Harry avisó a su ama de llaves para que ya no pasase a más candidatas y que además dijese al periódico que retirasen el anuncio de la oferta de empleo.
Luego de eso cogió el teléfono y llamó a su esposa.
-Amor... ya tenemos institutriz-dijo con una media sonrisa.
-¿Y cómo es ella?...no habrás escogido a otra perra en celo ¿verdad?...la despediré de inmediato- habló la alfa algo alterada.
-Es muy distinta a las demás... estoy seguro de que te gustará.
Karen ni se imaginaba la sorpresa que le esperaba pero lo cierto era que a Harry le daba igual si Louis se quedaba o no, tan solo había querido terminar las entrevistas de una vez por todas, las cuales desde un principio había rechazado hacer.
A pesar de ello, sin esperarlo durante el resto de la tarde, al ojiverde no se le fue de la cabeza la imagen del omega.
-¿Por qué no dejo de pensar en ese pequeño?-habló para sí mismo-...la verdad es que su aroma era muy rico...me recordó al olor de la cocina, cuando mi abuelita cocinaba sus ricos pasteles de canela.
El alfa sonrió en la soledad de su despacho pues recordar esos momentos tan entrañables era maravilloso, ya que para él su abuela había sido una persona muy importante en su vida.
Mientras, no muy lejos de allí, el omega ojiazul llegó a casa muy entusiasmado y empezó a hacer sus maletas sin perder un solo minuto.
...-Voy a extrañarte mucho Lou.
-Y yo a ti Zayn.
-Oye si se portan mal contigo o tienes problemas, no dudes en volver...mi casa es tu casa.
-Lo sé amigo, muchas gracias...voy a dar lo mejor de mi...espero que todo salga bien y esos niños me acepten.
Ambos chicos se abrazaron y tras terminar de empaquetar todas las pertenencias del ojiazul, estos se sentaron a cenar y luego charlaron hasta que Liam llegó, entonces el castaño se fue a acostar pues no quería un nuevo enfrentamiento con el ojimiel por sus celos absurdos.
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A la mañana siguiente, Louis se levantó raudo y veloz, entonces se duchó e hizo el desayuno.
Minutos más tarde Liam y Zayn aparecieron en la cocina con el olor del café.
-Voy a extrañar tanto esto-dijo el morocho abrazando al ojiazul por la espalda-...tus desayunos son los mejores.
Louis sonrió aunque pronto borró la sonrisa de su precioso rostro pues unos ojos acusadores lo miraban fijamente.
-¿El qué te tengas que hacerte pasar por una institutriz no te hace denigrarte como hombre?-preguntó entonces el ojimiel con una media sonrisa.
El ojiazul negó sonriente.
-Para nada...esto es lo mejor que me ha pasado en semanas y sé que podré hacerlo...además parece un buen lugar y el sueldo es genial.
-Pues a ver si lo conservas por mucho tiempo y dejas el gorronear tanto a mi novio.
-¡Liam!... ¡basta ya!-gruñó Zayn al instante.
El ojimiel y el ojiazul dieron un pequeño salto pues la voz del alfa molesto los había asustado.
-Lo siento-se disculpó inmediatamente Liam.
-Tranquilo no es para tanto...además tienes razón...yo sé lo mucho que Zayn ha hecho por mi y le estaré agradecido toda la vida por ello.
El morocho alfa sonrió y tocó el cabello del omega con cariño.
-Tú no me debes nada Louis..eres mi mejor amigo y siempre lo serás...cada vez que lo necesites yo estaré ahí para ti.
El ojimiel gimoteó mimoso y tras acercarse lentamente se sentó en el regazo de su alfa.
-Zayn, ¿me perdonas verdad?...lo siento, no volveré a ser malo.
El morocho sonrió y dejó un corto beso en los labios de su lindo y consentido omega.
-Eres muy travieso y sabes que no me gusta usar la voz pero tengo que hacerlo...sabes perfectamente que Louis es muy importante para mi y a ti te amo, él no está compitiendo contigo por mi atención.
-Si lo sé mi alfa pero es que te amo mucho y temo perderte- dijo el omega acurrucandose en el pecho de este-...me moriría si tú me abandonases.
Zayn sonrió con orgullo.
-Nunca voy a dejarte bebé...tú eres mi mayor tesoro...te amo.
-Y yo te amo a ti.
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Louis contemplaba la romántica escena con una sonrisa en su cara pero por dentro no podía negar que les envidiaba por haber tenido la suerte de encontrarse el uno al otro.
A él también le gustaría tener algo así en su vida pero creía que su destino no sería ese o al menos no por el momento, por ello al ojiazul le consolaba pensar que trabajando duro hallaría la felicidad plena, sin necesidad de tener a un amoroso alfa a su lado, aunque quizás todo eso pudiera cambiar de repente.
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