Capítulo veintiuno

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A pesar de que el morocho intentó que su amigo le contase lo sucedido este no dijo nada al respecto.

Finalmente el alfa se lo dio por vencido y no quiso volver a hablar del tema, así que siguió su vida con su omega como si nada hubiese pasado.

Lo mismo hizo Louis, solo que él se pasó muchas días y noches soportando un dolor extremo, el cual procedía de su mordida.

Su omega interior reclamaban la atención del alfa ojiverde desgarrandolo desde adentro.

Pasado un mes, ya la herida estaba casi cerrada pero el dolor era el mismo, aunque el omega aprendió a vivir con él.

Tras buscar trabajo en muchos lugares finalmente encontró uno como dependiente en un supermercado, no era mucho lo que ganaba pero al menos se sentía útil.

No podía dejar de añorar sus días como institutriz en la casa de Harry y mucho menos dejar de acordarse del alfa a cada instante, aunque luchase con todas sus fuerzas para evitarlo.

Pensaba en si los niños lo extrañaría, si estarían bajo la orden de la fastidiosa ama de llaves o ya tendrían una nueva institutriz, lo que no se imaginaría nunca, era lo que en verdad había sucedido.

Después de aquel día en el que Harry fue a buscarle, Karen intentó por todos los medios que este le confirmara sus sospechas pero no lo consiguió.

Esta muy molesta decidió olvidarlo pero ya no permitió a ninguna institutriz más en su casa, por lo que la solución para la educación de sus hijos fue meterlos en un internado.

Lejos de ellos y también de Louis, el alfa se sumió en una profunda pena, la cual la morena alfa intentó arreglar con más sexo, viajes y fiestas pero nada funcionó, solo era apariencia.

A Harry se le pasó muchas veces por la cabeza el pedirle el divorcio y buscar al ojiazul pero luego desistía, ya que sabía que de nada le iba a servir pues el omega nunca lo iba a aceptar de esa manera y por otro lado, aún sentía que estaba en deu...

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A Harry se le pasó muchas veces por la cabeza el pedirle el divorcio y buscar al ojiazul pero luego desistía, ya que sabía que de nada le iba a servir pues el omega nunca lo iba a aceptar de esa manera y por otro lado, aún sentía que estaba en deuda con su esposa y no tenía corazón para dejarla.

A menudo discutieron y entonces el alfa se iba de la mansión y cogía el coche furioso, luego de dar vueltas por la ciudad terminaba frente a la casa de Zayn pero nunca se atrevió a llamar a la puerta.

Pasaron más meses y finalmente, un día en que Harry estaba en la biblioteca, notó un fuerte dolor interno y rápidamente su mente le hizo pensar en Louis.

Sin vacilar salió como alma que lleva el diablo y condujo hasta la casa del morocho pues quería comprobar que el omega estaba bien.

Allí en la puerta se encontró con Liam que llegaba de la calle.

-Hola, ¿Me recuerdas?.

El omega ojimiel asintió.

-Eres el alfa para que Louis trabajaba, ¿No es así?.

15. Aroma De Canela-L.S (Omegaverse), TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora