Capítulo veintinueve

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Harry se pasó los siguientes días sin apenas pisar su despacho y cuando lo hizo ni siquiera pudo concentrarse en el trabajo.

El alfa tan solo pensaba en Louis y en que este superase el peligro y al fin despertase, por lo que sus negocios empezaron a resistirse.

Karen lo observó con mucha molestia, odiaba tener que aguantarse el saber que su esposo estaba así de triste por otro y no poder decírselo pero no quería perderlo.

Para ella Harry era su todo, su marido, el padre de sus hijos y el único alfa al que había amado, por eso aunque su amor y connivencia había cambiado en los últimos meses, la alfa no podía imaginar su vida lejos de él.

Se había enamorado de Harry incluso antes de que este la viese como algo más que una amiga, lo había apoyado, lo había ayudado y ella estaba convencida de que lo que el ojiverde sentía por Louis era tan solo una fuerte atracción pues este no podía atreverse a dejar de amarla a ella.

Fue muy duro descubrir que su esposo tenía interés por la institutriz pero mucho más lo fue, cuando ésta supo que el omega llevaba la marca de Harry y eso la había puesto  furiosa.

A pesar de todo lo que sabía, a su manera lo amaba y quería que todo volviese a ser todo como al principio, ser el feliz matrimonio que habían sido antaño pero desde que el omega ojiazul había entrado en su casa, el alfa había cambiado y eso no lo soportaba.

Cuando tenía delante a su esposo, ella le reclamaba atención, siempre con cautela pues no quería descubrirse pero ya estaba llegando al límite y en esa última semana, ya había sido el colmo para Karen pues Harry apenas había ido a casa y sabía que porque estaba en el hospital junto al omega.

Todo lo que había hecho había sido en vano, por lo que decidió que ya no podía esperar más, así que tras salir del trabajo fue a la zona más deprimente de la cuidad y buscó a alguien que le vendiese un arma.

Quería hacer desaparecer a Louis de una vez por todas, quería recuperar a Harry y para ello creía que debía hacerlo ella misma.

Cuando al fin halló un vendedor, la alfa la probó en sus manos y luego la acarició sonriendo malévola.

—Te lo advertí maldita perra...él es mío y voy a recuperarlo... tú no vas a conseguir quitarmelo.

Luego de eso, la alfa condujo hasta el hospital y una vez allí, tuvo la intención de robar un uniforme de enfermera y arreglarselas para encontrar el lugar donde tenían al ojiazul.

Le fue mucho más fácil de lo que creyó pues el personal estaba muy atareado con los pacientes y con las urgencias que llegaban, así que ésta pasó totalmente desapercibida.

Ya vestida y con una mascarilla cubriendole la cara, esta unos guantes de un carrito con utensilios que había dejado una enfermera, cerca de la habitación de Louis, lo empujó y entró.

Dentro se encontró con Zayn y con Liam, los cuales al verla sonrieron.

—Por favor, deben salir... necesito hacerle las curas al paciente—dijo simulando otra voz, aunque estos no la conociesen de nada, no quería ser reconocida.

—Oh si, claro..cuide muy bien de nuestro amigo, señorita...nosotros volveremos enseguida—Habló el morocho sin percatarse del peligro que Louis corría.

Cuando estos al fin salieron, la alfa se acercó al dormido omega y le tocó el pelo haciendo una mueca.

—Eres tan molesto, maldito omega pero eso va a cambiar ahora mismo—Le susurró al oído.

Karen le quitó la almohada de debajo de la cabeza para usarla a modo de amortiguador y a continuación sacó el arma de su bolsillo.

—Preferiría que estuvieses consciente para así llevarte grabada al otro barrio, mi cara de satisfacción pero bueno es igual...con que te mueras de una vez es suficiente—dijo acercándose más y apuntandolo al corazón—…adiós maldita perr...

La alfa no pudo terminar pues hubo un ruido y voces en la puerta, así que  rápidamente guardó el arma y fingió acomodarle la almohada, mientras vio como Harry entraba.

—Oh disculpe señorita...¿Ha terminado ya?.

Karen no dijo nada pues temía que el alfa la reconociese así que asintió, empujó el carrito y salió de la habitación.

—Maldita sea...con Harry ahí no puedo hacerlo...él sabría que soy yo y lo perdería para siempre—se lamentó—...está bien, lo intentaré en otra ocasión...tienes mucha suerte, maldita perra pero no importa, tarde o temprano conseguiré deshacerme de ti.

La alfa dejó el carrito y caminó hacia el cuarto donde había robado el uniforme y volvió a cambiarse, luego salió del hospital como si nada y regresó a casa.

Liam y Zayn regresaron y saludaron a Harry, entonces miraron a Louis con extrañeza.

—Que raro—dijo el morocho acercándose a su amigo inconsciente.

—¿Qué ocurre?—preguntó el ojiverde frunciendo el ceño.

El morocho alfa lo miró.

—No... no sé, bueno quizás vuelva luego pero...

—¿Quién Zayn?.

—Esa enfermera...la que dijo que cambiaria los vendajes de Louis—dijo este señalandolos—…no lo ha hecho...ella se ha ido sin cambiarlos.

Liam lo miró asistiendo.

—Si, es raro...si no lo ha hecho...¿a qué ha venido entonces?.

Harry se encogió de hombros, aunque se quedó algo pensativo pues cuando había entrado a la habitación, el aroma de Louis estaba mezclado con muchos otros pero entre ellos pudo distinguir trazas de un olor familiar, aunque no dio con la respuesta.

—Quizás los vio bien y por eso no lo hizo—dijo Liam.

—Oh, claro...si eso debió ser.

Zayn y Harry asistieron, ninguno de los tres tuvo ni la más mínima idea del peligro que Louis había corrido en manos de la alfa, la cual esa vez no había podido llevar a cabo su crimen pero eso no iba a detenerla ni mucho menos pues estaba dispuesta a llevar a cabo su plan de matar al omega como fuese.

Zayn y Harry asistieron, ninguno de los tres tuvo ni la más mínima idea del peligro que Louis había corrido en manos de la alfa, la cual esa vez no había podido llevar a cabo su crimen pero eso no iba a detenerla ni mucho menos pues estaba dispues...

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15. Aroma De Canela-L.S (Omegaverse), TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora