Impresiones.

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Megan

Terminaron las clases, me despedí de Abbey prometiéndole que mañana me volvería a juntar con ella. Obviamente cumpliría, es una gran chica.

Caminaba a casa, escuchando la música del reproductor mas especifica "22" de Taylor Swift metida en mis pensamientos cuando un auto de color amarillo patito pasó a toda velocidad junto a un charco de agua mojándome entera.

¡Maldita sea!, odio caminar mojada. Estaba demasiado enojada.

Mire el asiento del conductor y era Paulina, tiene un. Ser una broma.

-Querida, no te sienta nada el agua en el rostro -dijo bajandose del auto con superioridad, mientras movía su cabello cerca de su pecho y acomodaba las gafas en sus ojos.

-¿y a ti si? -pregunte molesta, quizás el término era cabreada.

-A mi todo me luce genial -dijo modesta, sacándose la bufanda del cuello y alzando sus gafas para enviarme un guiño.

¡Patética!, ni que fueras Demi Lovato.

-Probemos -me agache y le tiró agua en la cara haciendo que todo el maquillaje quedara escurriendo y el cabello de la parte delantera quedara pegado a su rostro.

Upsi.

-PENDEJA -grito molesta tirando al piso sus gafas y sacando de sus cara sutilmente algo de cabello.

-Como quieras -dije sin interés dispuesta a seguir mi camino.

Como ya dije, odio enemigas, peleas, niñerías y todo eso. Pero Lamentablemente mi instinto hace de mi una persona que no se deja de los demás.

Si me buscan,  me encuentran.

Camine directo a casa sin entretenerme, mi tía en cuanto me vio salto de su sillón totalmente emocionada.

Ahora me pregunto si estaba vigilando la puerta a que llegara.

-¿Meggi que te paso? -pregunto asombrada, tocando mi ropa que esta totalmente empapada.

- Invoque a la lluvia con su danza y sólo me moje yo -dije sarcástica.

Estaba de muy mal genio.

-A mi me hablas bien jovencita -dijo molesta.

Subí a mi habitación ignorando los llamados de mi tía y me bañe olvidando el mundo que tengo alrededor pensando en todo lo que ha pasado hoy.

Baje por mi estúpido estómago que no resiste una huelga de hambre de diez minutos y mi tía está sentada mirándome fijamente.

Con sus ojos tratando de acechar.

-¿Me dirás ahora? -dijo mi querida Sam, obviamente molesta que  lo que había pasado.

-Paulina -mencione el nombre más odioso que hasta ahora y en mis circunstancias existe, al diablo la niña buena.

-¿Paulina? -pregunto confundida mientras trataba de recordar algo. Era eso, o estaba con la cabeza torcida.

-no Lorena -la imite, irónicamente me molestaba esto.

-jaja que graciosa señorita Blacke, ahora que ánimo a la audiencia me dice de una vez por todas. ¿Que le pasa? - dijo en un tono sarcástico mientras me miraba aún más molesta.

-Me mojó -dije encojiendome de hombros. Me límite a mirarla.

-¿y se te comió la lengua?- dijo burlona, mi tía si que sabe como manejar el sarcasmo. Viene de familia al parecer.

Pensé mal, creo que pasar mucho tiempo con Jean esta corrompiéndome.

-No -dije cortante.

Y si, no quería hablar mas del tema.

Mystery boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora