Mystery boy

Odio a primera vista

Megan

Corriendo por el pasillo del instituto eso era lo que hacia ahora. Era mi mala costumbre, siempre llegaba tarde a todos lados incluso a mis propios eventos.

Abbey me ayudo con indicaciones pero no pudo llevarme por lo tarde que era, me acerque a un chico que aparentaba mi edad. Parece gentil, espero realmente que me ayude, no quiero llegar más tarde de lo que es.

-¿Me ayudas a encontrar la clase de filosofía por favor? -dije tratando de ser amigable, aunque es lo que menos me favorece a mi.

-Muñeca. ¿Y si te sientas conmigo? -Su voz gruesa me dejo sin palabras, pero no mal entienda. Sin palabras por que casi nunca escucho ese tipo de tonalidad.

Nah, no es verdad. Si me sorprendió mucho su forma de hablar.

-No, gracias no puedo llegar tarde el segundo día de clases -dije directa, de verdad no puedo llegar tarde. En mi antiguo instituto tuve suerte que me dejarán pasar de año y no por las notas sino por los atrasos. Normal en mi.

-¿Eres nueva? -¿De verdad? ¿Es así de tonto o actúa?

-No, sólo reingresada -dije sarcástica, mientras hacia mi normal gesto de burla.

-Megan.... Megan...Megan -dijo acariciando mi nombre con su voz. Y para que negarlo, me gusta.

-Acosador.....Desconocido..... -Le seguí el juego, por que la verdad desconozco su nombre.

-No soy ningún acosador, todas quieren conmigo -dijo con voz egocéntrica. Mientras se paraba de donde estaba sacudiendo su cabello.

-Pues querido llego una persona parecida a ti -dije descaradamente. 

Yo también puedo ser bastante egocéntrica cuando quiero.

-Mi nombre es Ian...... Ian Wilson. ¿Y el tuyo amorcito? -dijo burlón mirándome fijamente con aquellos ojos verdes.

-Métete donde más entres, amor nada. Ya sabes mi nombre genio -

Con chicos como estos pienso que si piden nacer así o las mamás se golpeó el vientre cuando estaban por nacer.

Seguí buscando demás personas para poder encontrar el salón pero fui interrumpida por unas manos que se posaron en mi cintura.

Adivine, ¿Quién odia que la tomen por sorpresa de la cintura?

¿A Sam? Pues si.

¿A mi? También.

Me vire sobresaltada y me encontré a Ian egocéntrico Wilson. 

-¿Me haces el favor de soltarme? -dije molesta, moviendo mis caderas de izquierda a derecha para que me pueda soltar.

-Nadie me rechaza y estoy seguro que tu tampoco además no permitiré que seas la primera -Su eje de superioridad  era sorprendente viendo con una mirada muy misteriosa.

-Ese nadie ahora tiene nombre, además a veces me gusta ser la primera -dije segura de mis palabras, mientras estaba viendo a los lejos a una chica pelirroja que quizás me ayudaría.

-Eso ya lo veremos -Me acercó y por más que trate de evitarlo chocó sus labios con los míos de manera posesiva. 

¿Otra cosa que más odio? Es ser besada, sin mi permiso.

Reaccione y alcé mi rodilla lo más tosca posible e Ian término en el piso. Se lo tiene merece el muy cabrón.

-ME VENGARE -me grito el engreído mientras se quejaba del dolor en el piso.

¿Al bebé Ian le duele? JAJAJAJA.

-Como quieres -Saque mi solidario dedo de en medio mientras todos nos veían.

Camine con todas las miradas sobre mi, no es la gran cosa que un chico normal me haya besado o ¿si?

Perdí mis dos primeras clases y camine tratando de recordar el camino al patio de comida. Odio ser la nueva del instituto. 

Parezco una oveja pérdida. ¡Patético!

Encontré a Abbey en los casilleros esperándome.

-¿Cuando pensabas decirme? -dijo con una voz un tanto resentida, además de algo escandalosa. 

-Si tan sólo hubiera algo bueno que contar -dije molesta. Espero que no sea lo que estoy pensando. 

-Aquí nunca se ha visto que a Ian Wilson le hayan rechazado de tal manera como lo hiciste tu -dijo con los ojos en blanco moviendo exageradamente las manos.

-Ya era hora de que alguien tratara de parar a Ian engreído Wilson -dije enojada guardando unos cuadernos en el casillero.

-¿Te dejaste besar o te soltaste? -preguntó con una curiosidad que era muy obvia, además algo impaciente.

-Me solté. ¿Por? -pregunte interesada, no es la gran cosa creo. Solo fue un beso que ni siquiera yo lo quería.

-Por si no lo sabías. Eso aquí en este instituto es marcar territorio ahora ningún chico se te puede acercar con otras intensiones -dijo algo apenada. Quizás por no habérmelo dicho con anterioridad. 

Si era así, me hubiera puesto una cinta en la boca o me lleno la panza con cebolla o atún. Gracias querida Abbey.

¡MIERDAA! 

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Megan tiene mucha suerte.

¿Quien no quiere que ese papito de Francisco nos bese?

Me alegra saber que las vistas siguen subiendo, muchas gracias enserio.