Tras el fallecimiento de la azabache Naruto paso sin saber a manos de la manada de los zorros, un clan de invocación que vivía libre fuera de su montaña y los cuales negaban ser sometidos bajo un contrato, por lo cual muy pocos en la historia supieron o vieron uno a lo largo de los años
Fue una suerte que el joven Uzumaki cayera en las manos de Yukiko, la líder más joven de la manada, pero no por ellos fue menos amado dentro del clan de los zorros. Su llegada fue gratamente recibida y nadie le negó a la ahora madre quedarse con el bebe. Y no fue mucho tiempo después que descubrieron el sello en su vientre.
Mamoru, la matriarca y alfa de la manada fue personalmente la que examinó al infante sin saber que dentro del niño se escondía una bestia poderosa.
Bajo una completa obscuridad la vieja zorro se adentró en los pasillos de la larga alcantarilla, de vez en cuando las paredes oxidadas y estrechas parecían susurrar palabras o frases incoherentes, las cuales seguramente eran recuerdos reprimidos por el pequeño. Paso un largo tiempo antes de que por fin el largo camino se terminara. Revelando al fin un amplía área obscura, iluminada tenuemente por un brillo trasparente proveniente del agua bajo sus patas. -Quien se atreve a estar en mis dominios- gruñó una amenazante voz alertando los sentidos de la anciana.
-Vaya, vaya, con que fue el clan de los zorros, sabía que este chacra se me hacía gratamente familiar- ronroneo la tenebrosa voy y fue entonces que una gran masa negra comenzó a se visible ante los ojos de la zorra.
Lo primero que brillo con ferocidad fueron unos grandes ojos rojos, seguido por un pelaje naranja, no había celda que lo aprisionara, pero en su lugar había un gran collar negro unido a una cadena, la cual lucia extremadamente pesada para los ojos de la intrusa, pero aquel collar no fue la mayor sorpresa.
-Kurama sama!!!- con una mezcla de sorpresa y pánico la zorra cayó arrodillada al suelo en una posición de sumisión completa.
-Levanta la cabeza mujer, eres la líder del clan actúa como tal!- ordenó y la mujer sólo levantó la cabeza de manera cuidadosa, pero sin dejar de estar arrodillada. Escudriñó al gran zorro desde la punta de las orejas hasta el final de las copas y sus ojos no podían dar crédito a lo que veían.
Ahí en el centro de las colas y resguardado del peligro se encontraba el alma de Naruto, durmiendo pacíficamente, agarrando firmemente el pelaje del gran zorro, como si temiera que al soltarlo desaparecería.
-Naruto kun!!, pero como!?- para nadie en el clan era secreto el odio que el zorro mayor demostró por los humanos a lo largo de su existencia, se conocía públicamente que la bestia mataría a todo humano que apareciera frente a él y eso aterró a la alfa.
Naruto apenas era un bebé y su conciencia ya interactúa va con la gran bestia, el no podría defenderse jamás, era una presa fácil para el zorro y Mamoru lo sabía.
-Patética, por que parece que estás a punto de llorar- por mucho aprecio que el zorro tenia con los de su misma clase, le pareció molesto que estos se rebajaran y actuaran tan cobardes, el era un demonio para los humanos y era aceptable, pero sentirse el demonio de su propia especie le daba un muy mal sabor de boca, y mas aun cuando no había dado motivos para que desconfiaran de el.
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La manada del zorro - Yaoi (Naruto Shippuden)
FanfictionTras el ataque del zorro y el nacimiento de los gemelos Uzumaki una terrible profecía se desata, llevándose con sigo la unión familiar. Ahora el pequeño niño abandonado a crecido, no busca venganza o una respuesta, pero eso no significa que el mundo...