16. Como hermanos

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No ha hablado mucho con Taehyung estos días. Han mantenido una distancia bastante fuerte y casi cortante. Si bien ha insistido en que lo devuelva al proyecto, Taehyung no responde. No llama, no hace absolutamente nada por cumplir con ello y le ha impedido hacerlo por consiguiente. Es una mierda querer con tantas fuerzas regresar y por primera vez lo estén impidiendo.

Que frustrante.

Por otro lado, en esa lejanía por seguridad uno del otro ha notado que Taehyung sobrevuela mucho el árbol, llega al extremo de quedarse en este por horas y horas. Para el bien de su propia estabilidad emocional no ha intentado ir a ver qué sucede allí arriba. Que tanto puede hacer en lugar de usar el maldito celular para pedir que lo lleven de regreso. Es casi un masoquismo imbécil por parte de Taehyung.

Incluso piensa en Yoongi y en la oferta que le hizo. A un horario decente decide ir a visitarlos. Él se está cayendo de sueño, pero seguramente seria peor interrumpirlos a las horas de la mañana en que está activo. Esto de tener diferencias de horarios tan extremas va a matarlos un día de estos.

—Hobi hyung—Las alas de Jungkook hacen un tierno salto junto a su sonrisa, arrugando la nariz. Es sábado, así que no tiene escuela a la cual ir. Quiere asumir que está aburrido en casa y no será una molestia haber venido—. Yoongi sigue dormido, no sé si-

—Nah, no lo despiertes. Supongo que en algún momento lo hará medianamente así que puedo esperar—bosteza y Jungkook sigue riendo, divertido de la somnolencia a la siempre hiperactiva ardilla roja. Toma asiento en el sofá, estirándose más de lo que debería para evitar caer dormido—. ¿Qué tal te va la vida? ¿Cómo va todo en la escuela?

—Va... Bien—no va tan bien si tardo tanto en responder. Jungkook es malisimo guardando sus verdaderos pensamientos con respecto a opiniones. Ya si se trata de sucesos es un mentiroso de primera. Como esa vez en la que le pintaron el cabello Jimin de naranja. El pobre se puso a llorar en pánico, diciendo que estaba enfermo y lo próximo serían sus plumas—. Aunque Yoongi está un poco molesto con eso.

— ¿Molesto por qué? —la mala suerte también está atacando al dúo nocturno, definitivamente el mundo no lo quiere y se volvió contagioso. Jungkook mantiene una expresión perdida por unos instantes antes de sentir las ganas de girar le cuello e hinchar sus plumas. Apenado y sin idea de cómo abordar el tema.

—es que tengo amigos en el colegio, pero todos los que están de noche son Alphas.

— ¡Ah! ¡Con razón! —salta, repentinamente animado y vivo en su modorra—. No soy experto en búhos o criaturas nocturnas en general, pero rara vez hay Omegas ahí.

—Sí. En realidad soy el único de mi salon y en el colegio general somos... ¿Ciento veinte? Quizá un poquito más, no estoy seguro. Yoongi no está feliz con que tenga amigos de mí salon.

—Pueeeeeeeeeesssssssssssss—Extiende agitando las manos y la cola—. Los amigos son bonitos, muy bonitos, hay que tenerlos en grandes cantidades si te place y si un extrovertido te adopta no tienes opción, pero Kookie de mí vida—le palmea la cabeza—. Estás en un colegio nocturno donde posiblemente te puedan tapar la boca y arrastrar a lo oscurito concluyendo en turururuuuu~ Pa, pa, PAH ¿Me entiendes?

Por la cara que hace, posiblemente no entendió al inicio y es que tampoco necesita esa clase de lenguaje. Tiene quince y aun si no es la edad más apropiada, en el proyecto le dieron clases al respecto para que no se dejaría por nadie. No es tan estúpido, también considera que lo tachan de confiado o de inocente. Duda mucho que sus amigos quieran algo así.

—Sí... S-supongo que sí.

—Vale. Con eso en mente solo te digo que tengas mucho cuidado. —sonríe en pequeño, marca sus hoyuelos y vuelve al sofá.

—Que mal pensados son todos.

—Lastimosamente hay que ser así o no vas a sobrevivir—Se encoge de hombros—. Es basico, porque hay mucha gente mala afuera—Inclina la cabeza a un lado, bajando las orejas con lentitud—. Y es mejor desconfiar de todo que sufrir por todo. —Jungkook está poco convencido de aquella lógica, pero poco importa en este momento sus problemas escolares aunados a la mala recepción de Yoongi a sus amistades.

— ¿Por qué viniste? A esta hora estás tan dormido que hay que arrastrarte o no te mueves si estas en una cama que no es tuya. —Hoseok toma aire y lo suelta todo, hace sonar sus labios de manera exagerada propia del personaje.

—Quiero alejarme de Taehyung. Ha habido problemas. Yoongi me dijo que podría ayudarme. Taehyung no quiere que vuelva al proyecto, pero yo si quiero así que—Exhala y hace un puchero viendo a otro lado—. Si un Alpha no me deja, otro sí. Seguro que puede excusar que me abandonó y por eso no es apto.

— ¿Por qué te quieres ir? —se siente como un terrible Déjà vu de lo ya hablado y ocurrido. Sin embargo...

—No puedo seguir con él. Es... Imposible. Ni siquiera porque lo intente puedo estar ahí.

— ¿Qué hizo? ¿No lo estás malinterpretando? ¿te hizo algo malo? ¿T-te pegó?

— ¿Eh? Pues no. Para nada. No me ha hecho nada "malo" de frente, pero lo que habla en la otra habitación es tema aparte.

Jungkook abre la boca y suelta un bufido con expresión entristecida. Sus alas inquietas y sus manos apretadas entre sí. Un gesto nervioso de morder el labio inferior.

—Entonces tengo que decir que volveré...

— ¿Ah? ¿Y tú por qué? —pregunta impresionado con los ojos abiertos y la mandíbula ligeramente caída.

— ¡Es que no me quiero quedar aquí solo! Te-tengo a Yoongi, pero... Jimin está mucho tiempo sin aparecer últimamente, tú te vas... Me van a dejar aquí solo y no quiero. —Los ojos se le ven aguados, pero negado a llorar.

—Puedes seguir aquí Kookie, Yoongi es bien. Va a irte bien. Podemos vernos en otro...

Es realmente cómico como todo se interrumpe por el ruido escalofriante y de ultratumba que es un cuerpo arrastrado por el suelo. Da un chillido y salta tras el sofá por una de las alas de Yoongi clavada en el suelo. El murciélago arrastra su cuerpo a todo lo largo que puede con sus alas.

Jungkook se ríe, dirige a la cocina, sacó un envase con sandía, piña y trozos de melón que deja a un lado de Yoongi, quien se detuvo a mitad de camino.

—Gracias...—balbucea con apenas voz, entre dormido y despierto.

—Usé los moldes que tenías, así que algunos trozos son en forma de gato ¿Qué te parece?

—Me vale mierda la forma—replica alzando al cabeza con la cara fruncida, Jungkook se le ríe—. Solo que son del tamaño perfecto... Huele a perro ¿Trajiste un animal?

— ¡NO SOY UN PERRO! SOY UNA ARDILLA, HAY DIFERENCIA.

—Ladras como chihuahua, chillone insoportable.

— ¡AH! ¡AL MENOS NO LIMPIO EL PISO CON MI EXISTENCIA!

Jungkook continua riendose de la interacción. Encantado por qué exista únicamente.

Clara Dulcidinem | Vhope || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora