33. Desprendimiento

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—Hobi, quédate quieto, te vas a matar.

—No me quiero quedar echado, me da calor, me siento muy raro.

— ¡De nada va a servir si destrozas todo y más aparte te restriegas con cada mueble en tu camino!

Taehyung mira reprochante la caja de inhibidores. Hoseok mantiene la consciencia, pero es tan mínimo que resulta casi imposible creer que realmente las toma. Debe tener una gran resistencia a los fármacos. Aunque si no recuerda mal es relativamente normal en los Glidder. No tiene idea de por qué. Solo son así.

Se acerca al muchacho que suda a rabiar, con el cabello húmedo, ojos dilatados y cola inquieta enroscándose en prácticamente todo. Ya no sabe si es buena idea quitarle la ropa y ponerle otra limpia. Suda tanto que no tarda más de una en empaparla de sudor. Lo peor del caso es que ni siquiera es el celo percé. Es el preludio a ese celo.

Está exasperado. Huele demasiado bien. La casa apesta a él y por ello no deja a nadie entrar. Si necesitan algo, afuera y bien lejos. Por precaución. El Glidder se vuelve a echar en el sofá y se retuerce en este. Taehyung rasca tras su cabeza ¿Qué hace con él? Ya lo ha llevado al cuarto cinco veces hoy.

— ¿Puedes quedarte en tu habitación?

—Noooooooupprrrrrrrrrrrr—Hace una burbuja que revienta y forma un tierno puchero—. ¿O te vas a quedar conmigo? No quiero estar solo ¿Por qué me dejas solo en el cuarto? Acompáñame. Acompáñame. Taeeeeeeeeeeee Taeeeeeeeeeeeeeeeee TAEEEEEEEEEEEEEE.

— ¡Estoy ocupado! ¡No puedo acompañarte aun! —responde exasperado por la cantidad de sonidos y llamados que hace Hoseok. Con gusto se quedaría con él, pero es imposible.

No sin saltarle encima o golpearse contra una pared. En un aviso de último minuto resulta y acontece que hay cierto riesgo de hacerlo si no ha entrado en celo propiamente y es que puede atrasar. Cosa que no favorece a nadie. Hoseok estaría con estos síntomas más tiempo y él no podría con su alma para complacerlo.

Es un callejón sin salida. Que frustrante. Todo culpa de no haberlo mordido.

Francamente, no se considera capaz de hacerlo sin estar ido en la embriagues del celo. Aún tiene sus dudas y mejor aguardar a la estupidez animal dominando para que nada malo surja. Hoseok acurruca la cabeza en el cojín más cercano, hace más pucheros, arruga la expresión y estira la mano, roza las plumas de Taehyung y da un tirón suave, sin desprender ninguna, llama la atención del Alpha.

— ¿Qué tienes ahora? ¿Hambre? ¿Quieres ir al baño? —cuestiona servicial.

— Quiero tus plumas.

— ¿Disculpa?

—Dame tus plumas, huelen muy bien. Por favor, por favor. Poooooorrrrr fis~—ronronea insistente. Taehyung abre y cierra la boca.

—Creo que mi ropa de hacer ejercicio es-

—Jungkookie me dijo que es mejor con plumas, pero no sueltas ninguna por ahí. Quiero tus plumas ¿Me las darías?

Frunce el entrecejo, crispado por la petición. Casi ofendido, sin lograr estarlo realmente. Supone acertadamente que lo pide en base a la niebla que rodea su mente. De estar consciente ni siquiera le cruzaría la idea por la cabeza. Niega medianamente, sin ser realmente perceptible.

No le da sus plumas a nadie.

Nunca las arranca.

No le gusta cómo se siente.

«No bastando con que estés podrido eres un ave inútil. Un pavorreal. De que mierda sirve un pavo real. Apenas sirven para venderse ¿Vas a seguir llorando? ¿Eres un Omega acaso?»

—Ummm... No confías en mí. Que feo—Sus orejas torcidas hacia abajo—. Yo si confió mucho en ti. Mucho mucho, Hobi es confianzudo con la gente buena, pero tú no eres así. Qué triste. —Insiste en ello, llegando a hacer ese tierno y extendido tono de voz.

—Si confió en ti. Solo no me gusta...

Guiña los ojos viendo a otro lado. La sensación es un poco odiosa, es como jalarse el cabello, pero poco más. Hoseok está pidiendo apenas algunas plumas, de las tantas entre miles que hay en sus alas o cola. Mira al Omega que tararea sin sentido viendo a otro lado en el mueble. Toca su hombro, el nacimiento de las pequeñas plumas.

«¿Acaso eres un Omega?»

—Vamos a tu nido. —Acaba por suspirar y lo ayuda a levantarse. Hoseok va prácticamente arrastrado por Taehyung, su cuerpo sufre suaves espasmos y temblores debido al hedor de Taehyung. Tan delicioso a su olfato. Lo encanta demasiado. Se recuesta más, enrosca la cola a la cintura de Taehyung.

Una vez en la habitación se sorprende de que Taehyung lo detenga de lanzarse en su enorme nido, ocupa buena parte del suelo. Un buen cumulo de ropa que hiede a hormonas y un poco de sudor. Taehyung estira un ala y de un tirón desprende al menos ocho de sus plumas, agita un poco la extremidad y arranca otras más.

—Toma. Úsalas si quieres.

Hoseok da un chillido encantado, abrazándolo por el cuello y guindándose de él totalmente. Taehyung da un bufido. No soy un Omega, puede decidir por sí mismo que va a hacer, que actitud tomar, que considera mejor y dejar de tener miedo a que un Alpha a miles de kilómetros, medio paralizado y senil hunda su existencia. Guie su comportamiento.

—Cálmate, vendré en un rato, en serio tengo cosas que hacer. Mejor duérmete. Te traeré de comer también. Hoseok asiente. Taehyung no lo ve al momento de echar las plumas en el nido y luego acomodarse en este y dormir tranquilo. A pesar de las puntas peligrosas, las plumas de Taehyung son muy suaves. Le recuerda a las de Jimin. Guiña los ojos y se estira para tomar una grande.

Es de la cola.

Sonríe dejando esa a un lado. No la quiere aplastar, la pondría en algún sitio especial o haría algo más con ella. Es demasiado bonita como para usarla de cama.

Pasan algunos días en los que la frustración por los calores, atontamiento y demás lo atormenta, pero nada hay que hacer. Cinco días y finalmente Hoseok desconecta totalmente del mundo, con la cola floja y caída. Echado en el nido dando suaves sonidos inconexos.

—Ho- ¡AY NO! —cierra la puerta. El olor ya dejaba claro que está en celo y...

Es un mal momento para tener nervios y nula idea de que procede. El intento lo haría todo ¿no? Empieza a dudar de ello y dado que no piensa bien bajo presión sale del departamento.

— ¿Qué haces fuera de tu casa?

Mira a Yoongi, quien se muestra mortalmente irritado por estar fuera de día. No obstante, ahora su irritación viene a lo obvio que es el olor de Hoseok en él. Da un par de nerviosos aleteos. Bueno, puede preguntarle a él ya que si tiene experiencia en el tema. 

Clara Dulcidinem | Vhope || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora