27. Últimos Acuerdos

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—Cuídense mucho ¿Si? Vendré a visitarlos apenas me entere de que mis bisnietos están en camino.

—Claro. Cuídate tú también.

—Hasta otra~

Taehyung no cambia de postura hasta ver a su abuela abordar el vuelo con destino a Daegu. Fue lindo tener a su abuela una semana y media. Espera que su hermana pueda venir a visitarlo también. Seguro que tendría mucho que contar de sus últimos meses a cargo de todo. Ya puede imaginarla regodeándose de su padre totalmente impotente de ser mantenido por ellas.

Hoy el cielo está gris suave por primera vez en mucho tiempo. La idea de ofrecerle a Hoseok una cena o algún paseo le viene a la mente, pero para aquello al darse cuenta de lo atolondrado que está. Debería darle un inhibidor para que no le afecte tanto el celo.

Duda muchísimo que a nadie le guste andar como un perrito moviendo la cola de un lado a otro.

—Ho- ¿Qué haces con mi chaqueta? Déjala donde estaba.

Hoseok mira la prenda y la deja descuidadamente en el sofá antes de tomarla de nuevo y ponérsela en la cabeza. Taehyung aguanta la risa, parece un niño de cinco años sin saber como vestirse solo.

—Estás agarrando mi ropa ¿Cierto? Hay muchas cosas que no están en ningún lado. —Hoseok amarra las mangas a su cuello y alza un dedo.

—No hay evidencia de que sea yo quien hace eso y no Yeontan rompiéndolas en algún rincón. —afirma. Taehyung rueda los ojos y pasa el pasillo para llegar hasta la habitación de Hoseok. A pesar de que su abuela la había estado usando, Hoseok tomaba algunos ratos de dormir ahí por extraños momentos de cansancio.

—Obviamente no fuiste tú. —Continua con tono irónico. Hoseok hace un puchero ante el enorme cumulo de ropa junto al mural de Hope World. No recuerda haberla puesto ahí. Ni siquiera entiende porque la está acumulando para empezar—. Iré a comprar inhibidores.

— ¿Inhibidores?

—Estás a poco de tener tu celo. Es para evitar que te olvides de cosas o actúes sin sentido ¿Entiendes? —Hoseok mantiene la misma confundida mueca—. Nunca has tenido celo ¿Cierto? – increpa preocupado de ese pequeño detalle.

—Nop, siempre me han tenido medicado para que eso no suceda. Es extraño. Tampoco creí que haría un nido—asume que eso es por la forma redondeada del cumulo. Un colorido y muy costoso nido si hace falta mencionarlo. No todos podrían hacer esta gracia con ropa Gucci—. ¿Qué hacemos cuando venga mi celo?

—Eh...

— ¿Y?

— ¿Es pregunta trampa o es pregunta seria? —Pide seguridad al respecto.

—Es en serio.

—Cre-creí que los pasaríamos los dos. Es decir, pensé que ya está... Obvio...—Su cara neutral y típica de ocultar emociones sale a relucir, tapando los nervios y vergüenza. Tal vez no debió sobre entenderlo. Hoseok gira la cabeza con las orejas levantada y la cola enrollándose y desenrollándose continuamente.

—Ay.

Y se empieza a reír hasta finalmente quedar totalmente hecho un ovillo en la cama, riéndose en pánico con el olor aún más fuerte. Se arrastra hasta caer en el nido. Hace pequeños movimientos con las manos que impulsan a Taehyung a acercarse.

—Perdón, esto me da mucha pena.

—Te da pena eso y no estar levantando el culo con el pantalón medio abajo por culpa de la cola ¿eh? —Una de sus chaquetas favorita impacta contra su rostro. Huele a Hoseok, considerando el tamaño y el diseño puede ser mejor que se la quede. Seguro la luce mejor—. Iré a comprarte inhibidores y mañana salimos, cuando te sientas un poco más compuesto y en ti mismo ¿te parece?

— ¿Salir a dónde? —interroga levantándose pronto con una media entre las dos orejas erguidas.

—No sé. Un parque. Otro centro comercial no tan cercano. Ver una película. Lo que surja. Siempre surge algo. —asegura encogido de hombros con una sonrisa. Hoseok agita la cola y se ladea.

— ¿Solos tu y yo?

—Sip.

—Solos solos.

—Tan solos como un once. Uno y uno.

—ME ENCANTA. —chilla de repente, lanzándose sobre el pavorreal que apenas logra mantener el equilibrio para no caerse. Hoseok lo toma de la cara para darle un beso.

Desconoce si es por el tiempo, por estar progresando o de que se trata. La realidad es que Taehyung lo sostiene de la nuca y una pierna para que no caiga o se aparte. Hoseok debe confesar una cosa: La boca de Taehyung lo espanta, es gigante y este pueda morderle todo el labio inferior y superior lo sorprende. Sin embargo, es una sensación agradable. Razón por la que enrolla su cola en torno al brazo que conduce a la mano que sostiene su pierna.

¿La interrupción? La cola de Taehyung que se abre con relativa delicadeza y en tanto que queda sentado en el regazo del pavo real, hace de cuenta a que es como tener mil ojos encima.

— ¿Esperamos al celo?

—Esperamos al celo.

Pensándolo mejor, a pesar de que queda con un calor en el área del vientre, no quiere ser muy visto. Está acostumbrado a no ser el centro de atención romántico de nadie. Menos ser el foco de atracción. Con Taehyung obviamente no es así y el cambio es tan brusco que lo llena de pudor y vergüenza. Es hacer eso tan dicho, deseado, temido, curioseado ¿Es normal tener ganas de que suceda, pero miedo de que suceda? Es una contradicción inmensa.

Se acurruca más en Taehyung. Le gusta su olor. Siempre tan dual en su forma: elegante y suave como cualquiera espera de un pavo real, al mismo tiempo que terroso y una especie de esencia a madera, propio del campo.

Y vale, Taehyung realmente es muchacho de campo que se adaptó y luce como uno de ciudad. Si no fuese información pública, nadie se lo creería. Apoya la barbilla en el hombro de Taehyung, mira donde surgen las alas, el montón de plumas pequeñas que hay en torno a esa base, como suben y llegan a la cubierta nuca. La de Jimin está sin ellas, precisamente para ser mordido más fácil y sin dejar a los Alphas con plumas en los dientes.

—Chiiiiuomp. —dice a medida que abre la boca y finalmente muerde a Taehyung el cuello, este se ríe, negando con la cabeza. Hoseok bufa. Las plumas de Taehyung huelen demasiado bien. Quisiera que se cayeran algunas para guardarlas y-

Oh no...

—Necesito el inhibidor. —Quejumbra después de hacer cuenta a sus propios pensamientos. Taehyung carcajea, levantándose y recogiendo su cola. Hoseok queda echado en la cama haciendo ruidos. Se pregunta cómo le estará yendo al resto. Sí está así, seguro que ellos también.

Sobre todo a Jungkook, empieza a tenerse celo desde los trece, así que solo tendría unos dos años de abstinencia encima. En su caso son demasiados.

Va a ser una locura cuando llegue. Con el inhibidor sería al menos consciente de las tonterías que dijera. Está seguro de que se pondrá muy cursi y quién sabe si ansioso a decir cochinadas. Que pena, que pena, que pena.

Taehyung baja tras haber saltado del pasillo, amortiguando delicadamente su caída con las alas. Será el primer celo que viva con alguien, piensa en leer para no arruinarlo. Aunque seguramente fuese su instinto quien hiciera todo apenas el olor nublara la consciencia. Con suerte seria de todo menos destructivo. Un suave olor a cereza llama su atención, impidiendo que siga su camino hacia la salida y así hacia la farmacia más cercana. Sigue el hedor, que se vuelve más fuerte a medida que avanza hacia el patio trasero.

Una nube de humo blanca, gigante y oliente tan delicioso lo recibe. De un movimiento de ala la disipa y ve a quien produce tanto humo. 

Clara Dulcidinem | Vhope || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora