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Entro a su casa y a los segundos, un perro grande se tiró encima de él.

-¡Lao!- felíz, le acaricio la cabeza y lo abrazo- ¿Cómo estás amigo?- beso su nariz y este se echó en sus brazos- ya estás algo viejo amigó- le rasco el cuello y lo acomodo en la alfombra.

Un perrito (algo grande) se echó encima de Lao y le mordió la oreja, este al ver al pequeño, de un pataso lo saco de encima.

-Lao no seas así con tu hijo- acaricio las orejas del pequeño y este solamente lo miro serio.

Se levantó y se dirigió a la cocina, ahí vio al japonés guardando unas galletas y al americano, efectivamente, mirándole el trasero.

-Hola Eiji, Ash- sonrió a los mayores y él omega fue el primero en acercarse.

-Bienvenido Sing, ¿Cómo estuvo el viaje?- con una sonrisa tierna, le acaricio la mejilla.

-Estuvo muy bien, gracias. ¿Que te paso a ti? Tienes anteojos y tu cabello creció.

-Resultó que tengo miopía leve pero no es grave, y lo del cabello, Ashu dijo que me lo dejara crecer porque me quedaba bien.

-Pues si, ahora pareces más joven que antes, podrías ser él hermano mayor de Griffin.

Él japonés rio con las mejillas levementes sonrojadas.

-No coquetees con mi esposa- él rubio abrazo la cintura del omega y lo pego a él- tu ya tienes a tu omega, no me quites al mío.

-Si, mi omega es tu hijo justamente.

-Que tengas casi la misma estatura de Blanca no significa que no pueda golpearte.

Sing río por dentro, ese momento le daba mucha risa.

-Vamos bebé, no seas así, Sing acaba de llegar y debe estar cansado así que no lo molestes- abrazo por el cuello al alfa.

-Pero él-.

Él omega se acercó al oído de Ash y le susurro algo.

-Tienes razón cariño, Sing está cansado- le dió unas palmadas en el hombro al chino- vendremos luego Sing, descansa.

Tomo la mano de Eiji, tras despedirse de la pareja de chinos, se fueron.

-Ni la edad los detiene.

¿Novios? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora