¡Listo!

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Hoy hice aquello que muchos definirían como “perder el tiempo”.

Ver las plantas, flores de tu jardín no es algo precisamente de provecho, soy consciente de ello, pero en algún momento ya no podré disfrutar las flores, estaré tan ocupado con mi vida de adulto que ellas se convertirán en algo sin valor.
Y quiero recordar, recordar que son valiosas.

Mis padres no son así, son la clase de adultos que casi no encuentras, que disfrutan de las pequeñas cosas, pero no soy como ellos, y algún día lo olvidaré.

Si, estoy viendo el jardín, por que quizá no lo pueda disfrutar a futuro, y por que finalmente lo han terminado, ya estaba bastante lleno, podía considerarse listo, pero mamá no estaba satisfecha, llego con una bella flor roja, y la plantó en medio del jardín mientras gritaba

¡LISTO!

Así que si, finalmente esta listo.

Comimos en el jardín, motivo del orgullo de hoy de mamá, ella siempre encuentra de que sentirse orgullosa, ya sea por alguien más, por algún logró de su esposo, hijos, o hermana, o por algún logró de los más sencillo para ella.

Como aquella vez que se alegro por lograr el toque de azúcar perfecto.



Mientras comíamos en el jardín, algún emparedados, mamá nos dio otra noticia, quizá el motivo por el que decidió terminar el jardín finalmente.

Con Tomoe recostado en su regazo, nos informó de la idea de volver a trabajar.

Por un momento olvide, hace tiempo que no veía a mamá trabajar.

Tomoe se burló, diciendo que ella no trabaja, “No cariño, pero lo haré pronto” contesto dulcemente

Mi tía se veía nerviosa, al parecer ella ya sabía, y quería ver nuestra reacción.

Papá dio un mordisco más a su emparedado, y tras un silencio tomó a mamá en sus brazos, no me lo imaginaba reaccionando de otra forma.

Su platica se redujo a ellos, pensando en que podría trabajar, y dándose ideas.
¿Por qué no puede trabajar de lo mismo?

Ella dijo que quería algo nuevo, vivir al máximo, y apoyar a papá.

La única verdad es la primera, la verdad es que a papá le pagan bien, nunca lo veo quejarse, pero... Pronto seremos uno más, así que puede ser necesario.


Mamá acarició su vientre, rió y grito que se estaba moviendo, pudo tomar la mano de mi tía o la de papá como todas las veces anteriores, pero no...
Escogió mi mano, por primera vez en estos meses.

Agarro mi mano desprevenido, y la puso fácilmente en su vientre mientras me sonreia, la sonrisa más grande y bonita que tiene.


Deje de ver a mamá, y mire directo a mi mano.

Sentí, por primera vez a mi hermanita moverse y fue lo más extraño y fantástico que habré sentido.

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