Verguenza

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Estaba tan abrumado, tenía a mi padre, a mi madre, a mi tía, y no era capaz de hablar con ellos, no podía, no quería ser una preocupación más, no ahora, quería no sentirme así, quería ser la persona que ellos esperaban que fuera, pero no podía, un montón de cosas se me cruzaban por la cabeza, era ya evidente para mi familia.

Decidí hablar con alguien de eso, platicar me haría bien, siempre dicen que charlar con amigos funciona.





Todavía me tomo varios días, semanas, atreverme a hablar de eso con ella.

Fue otra preocupación para mi, pero tenía que hacerlo, fueron días de mi tomando valor para hablar, para contarle, pensando en que le diría, e imaginando que me diría ella.




Y al fin tome valor.

Hoy.

Fue difícil, porque el último tiempo, después de que se cortarán el cabello, ha sido agotador, empezó con visitas al médico, papá la acompaño, unas semanas después ella estalló en furia llegando del doctor, arrojó su bolsa al sillón, estaba llorando, nos vio de inmediato, a mi llevándome a Tomoe y Kanako a mi cuarto.

Ella estaba avergonzada, furiosa.

Papá intento acercarse a ella, pero se negó, de pronto tuvo un arranque de enojo, ocultando su rostro con su mano, sé encerró en su cuarto.

Kanako jalaba mi ropa, mi tía la cargo y la llevo, no fui capaz de moverme hasta que vi a papá sentarse, derrumbado.

Entonces me fui, me quede en el cuarto con mis hermanos.






Quise escuchar lo que hablaban, pero no hablaron nada, silencio absoluto, a excepción del sonido de mi tía al sentarse junto a su cuñado.

Al día siguiente fue como si nada, mamá esforzándose en sonreír, incómodo.



Después de eso las visitas al doctor y al hospital no volvieron a ocurrir.

Lo único que se mencionó de eso, es que mamá prefería estar en casa.



Todavía unas noches después pude escuchar a papá llorando, “Te has rendido, no puedes rendirte”

Mamá no respondío.
Ella había tomado su decisión.






De eso ya algo de tiempo.
Ha sido una temporada difícil, donde lo único que me mantiene distraído son las tareas, ayudo a mis hermanos con ellas, papá nos ayuda.

No tengo ganas de hacerlo, pero cuando llego, en su mal o buen día, puedo enseñarles mis tareas a ellos, siempre parecen felices, de verdad felices, incluso mamá, me da ánimos, diciendo que debo esforzarme.







Así que, uy, doy muchas vueltas, es que...
En fin.

Hoy le iba a contar a -------- un poco de todo, de lo que pasaba y quizá hasta de como me sentía, cuando papá me llevo (cosa que ahora hace, se ha mostrado inseguro)  me sudaban las manos, no pude concentrarme muy bien en el examen.

Intenté hablar con ella, pero no encontraba el momento adecuado.
Ella estaba de lugar en lugar con sus otros amigos.

No pude estar tranquilo hasta que nos dirigimos al laboratorio.

Ella era mi compañera de trabajo ahi, me había pedido serlo hace un tiempo cuando empezó a ir mal en las calificaciones de esa materia en especial, y no es por presumir, pero sabes que siempre me ha gustado la ciencia, y ya que en realidad no tenía compañero alguno, pensé que era buena idea.

Toda una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora