"Amigos"

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Al salir de la escuela, las hojas de un árbol siendo arrastradas por el viento, estaban secas, y una buena parte de ellas se rompían dejando pequeñas partes de lo que algunas vez fueron.

En el parque que solíamos visitar antes apenas quedaban algunos árboles con hojas, algunos se aferraban al cambio, el momento en que parecían ignorar que volverían a florecer, yo tampoco lo creía.

Mi vista miro el cielo, algo gris, se perdió en la rama vacía de lo que había sido un enorme árbol, hasta su final pude percibir a la chica que creí no vería más columpiandose ligeramente con la punta de sus pies.

Sostenía el columpio y con su ligero movimiento provocaba un rechinar, ella me miraba, mientras aquel columpio se movía.

Tenía una falda algo larga, azul, como el color que el cielo suele tener, y  apesar del viento ella no llevaba ningún abrigo.

Me pareció que no había dejado de verla, tan cercana y tan ausente.

De manera algo imprudente me acerqué, no la consideraba real, hace un par de semanas que no la veía, y ahora se encontraba ahí, en un columpio.

Ella me esperaba, era así, ella sabía que yo pasaba  por ahí, no concordaba con la última vez que la vi, cualquiera habría evitado verme después del momento incómodo que le hice pasar en la escuela.

Me acerqué a ella y sólo entonces fue incapaz de sostenerme la mirada, miro al piso, a sus zapatos, a mis zapatos.

Me senté en el otro columpio, dejando mi mochila en el suelo, ella seguía sin mirarme.

Pensé que no tendría nada que decir, y entonces la disculpa salió de mis labios.

—Yo, disculpa, yo no quería, lo que hice, no estuvo bien... Lo siento

Carraspeo.
Su voz áspera.

—Realmente no importa

—Pensé que irías

—¿A qué?

Justo ahí no estaba seguro si me había entendido, si me refería a la escuela o mi casa, a ambas. Ella igual se referia a ambas

—Mi madre murió— desvíe la vista al lado apenas dije eso, apenado, no pensé que me haría decirlo, pero cabía la posibilidad de ella no se hubiera enterado.

—Lo sé

—¿Qué?

—Todos lo saben Souichi, ¿no esperabas que fuera a verte verdad?

De alguna manera ella ahora estaba levantando la voz, un poco, y levantando el rostro, miraba al frente, y yo a ella

Y-yo, no, no, no esperaba a nadie... Pero, pensé que, de alguna manera

—¿Qué?

—Nadie fue. Fueron los compañeros de mis hermanos sus familias, amigos de papá y de mi tía,amigos de mamá, yo... Estaba solo, a nadie le importó que acababa de perder a mamá, lo único que quería era a ella

—¿Entonces?

—Sabia que ya no podría tenerla, pero pensé que alguien podría intentar consolarme

—¿Quién? Sabes que no le agradas a nuestros compañeros

—Tú

Hubo entonces un silencio, yo buscaba su mirada, y ella seguía mirando al frente.
Finalmente me miró, pensé que ella tendría los ojos llorosos pero no.

Toda una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora