Capítulo 3

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Sus manos dudaban mientras intentaba de buscar las palabras correctas para decirles a sus niños que tenían que abandonar el país.
Cambiando todo lo que eran.

—Todo estará bien— Dijo su esposo colocando sus manos sobre las suyas como muestra de su apoyo.

—¿Pero y si estamos haciendo mal?— Preguntó ella.

—Claro que no— Respondió Woohyun. —Sabes muy bien porque lo estamos haciendo. Es por la seguridad de ellos.

—Pero son unos niños— Dijo con desesperación. —Unos niños que están a punto de dejar el país, y completamente solos.

—No puedes acompañarlos— Dijo Woohyun adivinado sus pensamientos.

—Debería, sólo así me sentiría tranquila.

—De nada serviría que los acompañarás. Se darían cuenta.

—Puedo cambiar mi imagen.

Woohyun negó con la cabeza.

—Ya está decido, Sunmi— Dijo él. —Y Younghoon está de acuerdo.

Sunmi Sino se alejó de su esposo, tratando de entender que lo que hacían era por el bien de Hyukjae y Donghae.

—¿Dónde están?— Preguntó Sunmi cambiando de tema.

—Cada quién está su habitación, aún ninguno de los dos ha bajado a desayunar— Respondió.

—Entonces los iré a esperar ahí.

Woohyun asintió. Siguiendo a su esposa en silencio.

Minutos más tarde, ambos niños estaban en el comedor. A pesar que ambos habían saludado tanto como a Sunmi y Woohyun. Podían sentir la tensión en el lugar. Sin embargo ninguno de ellos se animaba a iniciar alguna conversación.

Cuando los platos habían sido retirados, Sunmi se armó de valor, decidida a decirles lo que pasaba.

—Mis niños, debemos ir al despacho.

—¿Pasa algo, nana?— Preguntó Hyukjae.

—Hablaremos ahí.

Los dos niños asintieron, saliendo del comedor seguidos por sus mayores, hasta llegar al despacho que alguna vez le perteneció al señor Hyunjae.

—Antes de que vayan a decir algo, por favor, crean que buscamos la mejor solución— Habló su nana.

—¿Qué pasa?— Preguntó Donghae sin entender.

—Ustedes saben la verdad sobre sus padres— Dijo Woohyun. —Que fue lo que verdaderamente pasó.

Los menores asintieron, para ellos no era ningún secreto que sus padres habían sido asesinados.

—Así como lo que les pasó hace tan sólo unas semanas atrás— Volvió hablar Woohyun.

—¿Qué es lo que tratas de decirnos, Woohyun— Preguntó sin rodeos Hyukjae.

—Que ustedes corren peligro— Respondió Woohyun. —Que alguien quiere hacerles daño.

Hyukjae apretó sus manos hasta hacerlas puño, sabía muy bien qué algo ocurría. Podía ser aún niño, pero era mucho más inteligente como para darse cuenta que las cosas no estaban bien. Y ahora con la confesión de Woohyun sus sospechas eran ciertas.

—¿Qué es lo que realmente está pasando?— Preguntó Hyukjae. —Y quiero la verdad.

—Alguien quiere hacerlos aún lado— Respondió Sunmi, de manera menos cruel de lo que realmente sonaba. —Hacerles lo mismo que sus padres.

—¿Pero por qué?— Preguntó Donghae.

—Por la herencia que ustedes poseen— Respondió Woohyun.

—Pero esa herencia sólo nos pertenece a nosotros— Habló Hyukjae.

—Así es— Afirmó Sunmi. —Pero por el momento no puedes disponer de ella, eres un menor de edad.

—Pero...

—Tú tomaras posición una vez que llegues a tú mayoría de edad. Si algo te llegará a pasar a ti o a Donghae durante estos años, la herencia pasaría a manos de alguien más— Lo interrumpió Woohyun.

—Eso es imposible— Dijo Hyukjae.

—No lo es— Respondió Sunmi. —Daría todo lo que tengo porque las cosas no fueran así. Pero ustedes corren peligro más de lo que creen.

—Tenemos que hacer algo para evitar que pase a alguien más. Padre trabajó mucho para llegar hasta donde está— Dijo Donghae.

—Hay una manera para que a ustedes no les pase nada y todo lo que su padre trabajó siga siendo de ustedes— Dijo Woohyun.

—¿Y cuál es?— Preguntó Hyukjae.

—¿Estarían dispuestos hacer lo que fuera necesario?

—Sí— Respondió ambos niños en un unísono.

El corazón de Sunmi comenzó a latir rápidamente, sabía muy bien lo que Woohyun estaba a punto de decirles.

—Tienen que salir de aquí— Respondió. —Cambiar todo de ustedes.

—Lo haremos— Dijo Hyukjae decidido. —Nana nos acompañará, no abría problema por eso.

—Yo no iré con ustedes— Habló Sunmi.

—Pero nana...— Tartamudeó Donghae.

—Cuánto quisiera irme con ustedes, pero es imposible y su seguridad es mucho más importante.

—¿Entonces qué tenemos hacer?— Preguntó Hyukjae.

—Vengan— Dijo Woohyun comenzando a caminar. —Primero tenemos que hacer un cambio en su apariencia.

Ambos niños no entendieron lo que acaba de decir Woohyun, pero ninguno se quejó y comenzaron a seguirlo.

—Primero tenemos que quitar esto— Dijo Woohyun señalando su cabello.

Vieron como Sunmi se ponía unos guantes y comenzaba a batir algo en un recipiente.

—¿Quién va primero?— Preguntó Sunmi.

Cuando Donghae estuvo a punto de protestar ante lo que nana había dado a entender, vio como Hyukjae comenzaba a caminar hacia donde estaba su nana, para sentarse frente a ella.

Minutos más tarde, Donghae se encontraba en la misma silla donde estaba Hyukjae, apretando sus manos hasta hacerlas puño, al sentir como su cabello era cubierto por una capa de tinte.

Cuanto el tinte hizo su efecto, ambos niños se veían frente al espejo, su cabello castaño ya no estaba, ahora su cabello era de un tono rubio.

—Tomen esto— Dijo Sunmi entregándoles a cada uno un par de pupilentes. —Este será el nuevo color de sus ojos.

Sunmi les enseñó a usarlos. A pesar de las pequeñas protestas de Donghae, Hyukjae no había dicho ninguna palabra, al contrario, estaba atento a las indicaciones de Sunmi.

Tanto como Hyukjae y Donghae se veían, la apariencia que siempre habían tenido habían cambiado. El color de su cabello y el de sus ojos habían dejado de ser marrones.

Woohyun caminó hasta el escritorio. Tomando entre sus manos un sobre color amarillo y entregarle a cada uno un pasaporte.

—A parir de ahora, Lee Hyukjae y Lee Donghae desaparecerán— Habló Woohyun. —De ahora en adelante serás, Kan Spencer— Dijo viendo a Hyukjae. —Y Kan Aiden— Le dijo a Donghae.

Ambos niños asintieron. Sin saber que decir.

La puerta se abrió, entrando el señor Younghoon.

—Es hora.

Woohyun asintió.

Sunmi sintió como sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas. Sabía qué la llegada de Younghoon sólo significaba una cosa. Tanto como Hyukjae y Donghae se irían ahora mismo de Seúl.

Amata Et Amissa (Eunhyuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora