Amata Et Amissa (Eunhyuk)

Capítulo 23

La mañana llegó, Jennette poco a poco despertó. Se incorporó en el sillón y sintió todo su cuerpo agarrotado, por la manera en que durmió, el sofá aunque era grande, no era lo suficientemente cómodo para dormir. Ella estaba acostumbrada a dormir en la comodidad de su cama.
Suspiró al sentir la soledad de la habitación, vio que todo seguía igual, incluso el vestido estaba tirado en el suelo, en el mismo lugar donde lo había arrojado cuando se lo quitó.

Se quedó sentada por unos segundos, dándose cuenta que ya habían traído su maleta, está se encontraba a un lado de la puerta. Se levantó con sumo cuidado hasta llegar donde se encontraba su maleta, para abrirla y tomar en sus cosas. Una vez que tenia todo lo necesario, se quedó de pie, viendo la gran habitación.
Con pasos lentos caminó hasta la habitación, abrió con sumo cuidado la puerta, asomándose primero antes de entrar, estaba vacía, dándose cuenta de lo que ya sabía, Hyukjae no se encontraba ahí.

«Seguramente sigue con Alice»
Pensó ella.

Caminó hasta el baño y cerró la puerta, no sin antes colocarle seguro, no quería que Hyukjae llegara y la encontrara desnuda en el baño.
Veinte minutos después salía del baño, guardó todas sus cosas de nuevo en su maleta.
Volteó a ver toda la habitación, y recordó el desastre que había sido su noche de bodas, siempre se imaginó que sería especial, pero había sido todo lo contrario. No esperaba que Hyukjae cambiara su actitud, pero al menos tenía la esperanza que al menos Hyukjae no se hubiera comportado como la noche anterior, todavía podía sentir la fuerza de Hyukjae sobre ella, y su mirada de odio. Para después irse con Alice.
Sonrió con ironía al recordar cada lágrima que había derramado después que Hyukjae se había ido.

Dejó de pensar en su horrible noche de bodas, tomando su teléfono. Al prenderlo, se dio cuenta que tenía miles de llamadas perdidas de Natalie, se fijó en la hora, haciéndose raro que llamara en la madruga. Lo más seguro era para saber cómo estaba, después de todo, se habían ido a mitad de fiesta.
Buscó entre sus contacto el número de Natalie, le llamaría para decirle que se encontraba bien, aún no le apetecía hablar lo que había pasado la noche anterior.

El sonido de la puerta abriéndose alertó sus sentidos, llevándose al pecho el teléfono. Poco a poco fue girándose, hasta que estuvo frente a Hyukjae.
Su cabello estaba despeinado, su camisa estaba arrugada y tenía los dos primeros botones sueltos, incluso había tenido el descaro de llegar de ese modo. Todo él gritaba que había tenido sexo.

—Arréglate— Ordenó. —Iremos a la empresa.

—Irás solo, porque yo iré a mi empresa— Dijo ella en tono molesto.

En cuestión de segundos, Hyukjae la estaba sosteniendo de uno de sus brazos.

—No te estoy preguntando si quieres o no. Te estoy diciendo que iremos a la empresa.

—Tengo cosas que hacer— Mintió, mientras trataba de zafarse.

—No me hagas repetirlo, Jennette. Iremos a la empresa. Tienes diez minutos.

Hyukjae la soltó de repente, que Jennette perdió el equilibrio por unos segundos.
Antes de que pudiera contestarle, él ya se había dado la vuelta, caminando rumbo a la habitación.

Contó hasta diez, en un intento de tranquilizarse. Hyukjae llegaba solo para mandarla, después de haber tenido sexo con otra mujer.
Pero no le haría caso, quizás ahora estaban casados, pero eso no significaba que tenía que obedecerle.
Sin más tomó sus cosas para arreglarse, iría a su empresa no a la de él.