Ahí estaba ella, recargada sobre el bar, con las piernas abiertas, totalmente expuesta hacia él.
Su cuerpo era como un imán para sus manos, simplemente no quería apartarse de ella.
Se moría de ganas de tocarla, de hacerla suya, su molesta erección era prueba de ello.
Apretó con fuerza sus nalgas y sintió como ella daba un respingo.
Ella estaba inmóvil y temblaba, sus sollozos eran bajos, los gemidos que salían de ella no eran de placer. Todo de ella le demostraba que no estaba disfrutando.
Nunca antes le había pasado algo así con una mujer, estaba acostumbrado a que las mujeres suplicaran por una noche de placer con él.
Colocó sus manos en el borde de las bragas de ella, de un tirón las bajó hasta la mitad de sus muslos. Acercándose aún más a ella.
El sollozo de Jennette lo trajo de vuelta a la realidad, marcado el fin de todo.
—Olvidalo— Dijo él más para sí mismo que para ella.
Jennette abrió los ojos al sentir como Hyukjae se alejaba de ella.
—No pienso follar con una llorona— Dijo Hyukjae con desprecio. —Lárgate de aquí.
—¡No!— Dijo ella mientras limpiaba sus mejillas. —Yo... yo... es... estoy algo nerviosa— Suspiró. —Sólo hazlo, dejaré de llorar.
Hyukjae sólo alzó una de sus cejas al escuchar las palabras sin sentido que decía ella. Había estado a punto de violarla y ella aún así le pedía que siguiera.
«Tanta era tú desesperación por el dinero»
Pensó él.
—Arregla tú vestido y vete— Dijo al momento que recogía el abrigo para después lanzarlo hacia ella.
Jennette atrapó su abrigo y lo apretó hacia su pecho, el pánico la invadió cuando vio a Hyukjae darse la vuelta. No podía darse por vencida tan fácil, Hyukjae era su única salvación.
—Sé que quieres continuar con esto— Habló ella con firmeza.
Hyukjae se giró.
Jennette dejó caer el abrigo y con manos temblorosas desató su vestido, cayendo al suelo, dejándola sólo en ropa interior.
—No me iré de aquí hasta que acepte, aún así si eso signifique entregar mi cuerpo.
Hyukjae caminó hasta donde estaba, deteniéndose frente a ella.
—Tiene el autoestima muy alto, señorita Hardy—Su voz sonaba mucho más ronca de lo normal. —Pero se equivoca, una erección puedo tenerla con cualquier mujer que me habrá las piernas— Jennette apretó sus puños al sentir su aliento en su cuello. —Que me de placer como quiera y las veces que quiera. Sin que se ponga a temblar y a llorar como un animal asustado—Sintió como él le daba pequeños besos húmedos en su cuello. Era una locura, pero está vez le agradó— Usted, no tiene nada de especial.
Jennette vio como Hyukjae se alejó de ella, para agacharse y tomar el vestido para dárselo.
—Vístete— Le ordenó. —Voy a invertir en tú empresa.
Jennette sintió sus lágrimas caer, pero esta vez eran de felicidad. Con nerviosismo tomó el vestido y comenzó a vestirse.
Hyukjae caminó hasta el bar y se preparó un trago, mientras sacaba su celular de su bolsillo.
—¿Qué sabes de Hardy Corp?— Preguntó Hyukjae. —¿Puedes decirme por qué no piensan en invertir en ella?... Me importa muy poco lo que diga Minhyuk, sabes que deben de notificarme estás cosas... No pienso perder la oportunidad de expandir más mis empresas sólo por los caprichos del estúpido de mi primo... El día de mañana estaré allá, mientras tanto no hagan nada— Colgó.
