Tribulaciones

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Prompt - Mutilation


Blanca Peonía; Nubes Doradas

Tribulaciones


A pesar de que todos estaban reticentes, Jiang Cheng fue dejada en la habitación. Wei WuXian y Lan WangJi desaparecieron tan pronto como abandonaron el ala y Lan Xichen no perdió tiempo en sujetar con dolorosa fuerza el antebrazo de Meng Yao para arrastrarlo de vuelta al Hanshi.

Hay una conversación que pronto tendrá lugar. No terminará bien para uno.

Evita quejarse por el trato. Las interminables escaleras pronto son ascendidas y el resabio amargo de un cruel trato no tarda en cernirse con molestia y desazón. Meng Yao no se queja, no tartamudea, ni gime por el dolor, pero sus cejas castañas están fruncidas y el semblante de Lan Xichen está oscurecido por la contrariedad.

En silencio se deja conducir. Suben los escalones rápidamente. El "Er-Ge" casi sale de sus labios, pero se contiene como puede y pronto el Hanshi se esboza frente a ellos, haciendo que el estómago de Meng Yao se hunda por la ansiedad.

Nunca ha lidiado con un Lan Xichen enojado. Siempre tiene paciencia infinita para manejar sus desastres. Esta vez, parece ser diferente.

Las puertas se abren, Lan Xichen no lo suelta, sino que atraviesa el vestíbulo con rapidez y lo arrastra por el pasillo hasta la habitación, haciéndolo palidecer.

—L-Lan Huan...

La puerta de la habitación se abre con estrépito y Lan Xichen no tarda en meterlo con violencia al recinto. Meng Yao trastabilla, logrando estabilizarse por poco. La capa de invierno se desliza por su cuerpo y no puede evitar estremecerse ante el repentino frío que atraviesa su cuerpo y cala sus huesos. Lan Xichen lo contempla en silencio, sus pardos oscurecidos por el enfado.

—¿Lan Huan? —repite, enunciando lentamente cada letra pronunciada—. ¿Ya no es "Er-Ge"?

Oh no—

Lan Xichen da dos pasos hacia adelante y atrapa su antebrazo izquierdo con fuerza, justo en la zona donde anteriormente lo estrujó. El dolor explota, un quejido brota a la par que sus cejas se unen en una mueca de escozor.

—M-Me estás lastimando.

—¿Ya no es "Er-Ge"?

Meng Yao frunce el ceño, echándose hacia atrás, pero Lan Xichen camina con él y no tarda en chocar contra la pared de madera. A un costado de ellos se esboza la cama donde esta mañana despertaron abrazados, sonriéndose. Parece que se burla de su dolor.

—No comprendo...

Por primera vez, Lan Xichen ríe, lo hace sin humor. Anteriormente se hubiera sentido herido por la implicación y hubiera empleado la pasividad para negar el hecho. Quizás hasta hubieran conversado sobre la circunstancia y Meng Yao habría podido jugar mejor sus cartas. Pero este violento Lan Xichen no lo ayuda, ni siquiera tiene fuerzas para enfrentar su rictus airado.

Pasión escabrosa; ira oculta. Es un mar de tempestades y sentimientos oscurecidos que amenazan con exteriorizarse. Meng Yao debe actuar rápido. Lame sus labios, intentando adoptar una posición más dócil.

—Lan Huan, por favor, permíteme explicar...

—¿Explicar qué? ¿Qué una vez más me engañas?

Abre los ojos, finge sorpresa y exuda una exclamación que posee tintes indignados.

—¡Cómo puedo engañarte si apenas nos conocemos!

Blanca Peonía; Nubes DoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora