Blanca Peonía; Nubes Doradas

Delicada maquinación

Prompt 06 – Conspiration

Disculpen, cuando tenga tiempo respondo los mensajes y daré una breve explicación del curso que lleva esto.

Blanca Peonía; Nubes Doradas

Delicada maquinación

Marchar a Hubei pasó de convertirse en una expedición a un verdadero dolor de cabeza. Tres cultivadores y medio más un humano completamente incapaz de luchar.

Wei WuXian tiene un Núcleo Dorado incompleto, no es posible para él utilizar su propia espada. De momento es improbable seguir entrenando. La Cultivación Dual queda en el olvido y ahora buscan la forma de que Lan Sizhui lleve a Meng Yao mientras Lan WangJi hace lo mismo con él. Pero Meng Yao no es diestro en el arte de mantenerse erguido y Lan Sizhui aún no ha experimentado un segundo peso, por lo que al final la carga de energía espiritual fue mayor.

Al final Lan WangJi tuvo que cargar con Meng Yao y Wei WuXian optó por alternar entre Lan Sizhui y Lan Jingyi, en consecuencia, demorando su marcha a Hubei.

Llegaron una luna después con el atardecer pereciendo en el horizonte.

Están frente a los portones que cubre las inmensidades de la secta Yunmeng Jiang y Wei WuXian siente una extraña ansiedad embargarle.

Desciende de la espada de Lan Jingyi y pronto escucha tras él cómo el niño gime por la extenuación.

—¡Qué complicado es llevar a una segunda persona! —gime, absolutamente cansado.

A su costado, Lan Sizhui está de acuerdo y aunque no es vocal en su queja, de soslayo puede ver sus rostros cenicientos por el esfuerzo ejercido.

Más atrás Lan WangJi desciende de Bichen con Meng Yao en sus brazos. El chico continúa con la capucha erguida y su semblante apenas puede divisarse, pero la tensión en su cuerpo es palpable. Cuando Lan WangJi lo baja, Meng Yao no tarda en disculparse.

—Lamento incomodarte.

Lan WangJi cabecea, no dándole importancia al asunto—. Mhn.

Los ignora a favor de caminar hasta el umbral. Cada paso que da incrementa la inmensidad de los portones cerrados, dándole un aire solemne, fatídico. A Wei WuXian le resulta en demasía extraño que los portones estén cerrados.

Por lo general estos se cierran cuando la luna desaparece del cielo.

Una sospecha se instaura en su corazón. Wei WuXian da el último paso hacia adelante y pronto la línea divisora activa el aviso que anuncia un allegado en las proximidades de la secta. El centinela que hace guardia esa noche no tarda en aparecer por una de las torres.

—¡Está cerrado hasta nuevo aviso la solicitud de misiones! —el centinela grita, inclinándose hacia adelante.

Pero cuando Wei WuXian alza la cabeza y sus ojos se encuentran, el guardia amplía los párpados y su rostro palidece. Como si hubiera visto un fantasma, no tarda en gritar al guardia que resguarda la puerta del otro lado.

—¡Es el Señor Wei! ¡Abre las puertas!

Wei WuXian frunce el ceño, la sospecha se instaura y crece como una espiga venenosa. Algo no está bien.

Sin embargo, el rumor chasqueante de las puertas de madera abriéndose ante ellos merma un poco sus sombríos pensamientos en pos de evaluar lo que hay a su frente. Pronto, los portones son finalmente abiertos y tanto Wei WuXian como los integrantes de su grupo aguardando tras él, esperan con la tensión cerniente en el ambiente a que el discípulo principal haga su aparición.