Blanca Peonía; Nubes Doradas

Decadencia

17-19 Peony

Prompt 17 – Family

No siempre la familia es de sangre y no siempre la familia te hace feliz.

Blanca Peonía; Nubes Doradas

Decadencia

Cuando Meng Yao duerme, no suele soñar. Algunas veces son imágenes difusas y llenas de significados intrascendentes. Teorías abstractas, pensamientos oscuros... Pero cuando sueña, siempre lo hace con un hombre en particular. Sin embargo, esta vez en diferente. Esta vez Meng Yao sueña con su época en la universidad, cuando recién comenzaba y sólo era un joven cuya adolescencia fue invadida por la reciente muerte de su madre.

En ese momento, cuando comenzó y sólo era Meng Yao, un adolescente de quince cuya inteligencia lo indujo a terminar pronto la preparatoria a una edad temprana, y gracias a sus notas, siendo impulsado directamente a una universidad de prestigio.

No supo que, en ese punto de su vida, toda su existencia daría un vuelco desagradable de vertiginosas sensaciones.

Conocer a Lan Xichen y Nie Mingjue pudo haberse evitado si Meng Yao en ese momento no hubiera sido tan débil, sediento ante una muestra de sincero afecto. Pensaba que nadie lo querría y llegó a estar bien con eso, hasta que conoció a Lan Xichen y supo que él debía ser suyo.

Meng Yao es obsesivo, manipulador, no teme mentir. Solloza con la misma facilidad con la que sonríe y él siempre estuvo consciente de que su vida giraría en torno a las mentiras y falsos sentires. Pero Lan Xichen le hizo percibir que podía haber algo más allá que simples sonrisas falsas e intenciones veladas llenas de mentiras y egoísmo.

Pero el mundo le enseña que los débiles nunca surgirán y la debilidad de Meng Yao fue Lan Xichen. Nie Mingjue lo sabía, Meng Yao lo sabía, ambos eran una vorágine constante de sentimientos negativos que sólo disfrazaban en presencia de Lan Xichen, siempre por él. Por eso, cuando Nie Mingjue se arriesgó e hizo lo que él nunca se atrevió por respeto y devoción, supo que su vida nunca podría salir de las mentiras, de las manipulaciones y falsas sonrisas.

—A-Yao, eres mi mejor amigo y debes ser el primero en saberlo —un día, Lan Xichen llegó, alborozado, a su habitación en la residencia del campus. Meng Yao, ajeno a todo, aunque con desazón en su corazón, escuchó con atención. Pero la sonrisa de Lan Xichen se amplía y hay una felicidad subyacente que lo crispa—. ¡A-Jue me pidió salir! ¿Puedes creerlo?

La sonrisa de Meng Yao se congela, su corazón palpita rápidamente y sabe que un hilo de sudor se desliza por su sien, pero este es frío, helado como sus sentimientos solidificados por la temerosa realización de saberse, una vez más, hecho a un lado. Sin embargo, mantiene la sonrisa y en ese momento Meng Yao comprende que, a pesar de haber empleado la sinceridad, la franqueza y el devoto amor hacia su mejor amigo, esto debe cesar por su salud mental.

Debe de...

—Realmente, no puedo creerlo —susurra con sinceridad, sintiendo cómo se hunde su estómago cuando siente las manos de Lan Xichen apretujar las suyas con desmedido afecto, un afecto tan sincero que lo asquea.

La sonrisa juvenil le quita los cinco años de encima y pronto parece que ambos tienen diecisiete, ambos pasean de la mano con un paraguas bajo la lluvia torrencial y son ellos dos nada más. Pero ese idilio cliché nunca sucederá. Nie Mingjue se lo arrebató y el odio por su persona sólo crece con ardor y desazón.