Eternidad

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Prompt - Death


Blanca Peonía; Nubes Doradas

Eternidad


La distancia entre Gusu Lan y Qishan es considerable. Un día, si se vuela con toda la energía espiritual en su máximo poder. El destino del grupo no es Qishan, si no la región límite que conduce a territorio inhóspito. Luego de Shaanxi, más allá del límite norte de Gansu, sólo queda yerma tierra inexplorada.

Al menos eso es lo que dicen las historias. Los Cultivadores y su sociedad hicieron pilares en el centro de lo que consideran su mundo. Los límites marcados por ellos mismos no discurren más allá de Gansu por temas históricos que nunca se tocan.

De lo único que sabe es que los que se aventuran más allá de Gansu no vuelven y eso es aliciente más que efectivo para hacer retroceder incluso al más temerario.

Es por eso que Wei WuXian y compañía no se atrevió a internarse por el bosque yermo de Qishan y Gansu a caballo. Muchos días de retraso. Volando sobre sus espadas era la vía más factible, aunque del equipo, tres de ellos no contaran con un Núcleo Dorado.

Así que al final para hacer el viaje más rápido Wei WuXian se llevó a Lan Sizhui y a Lan Jingyi para alternar entre sus espadas mientras que Lan WangJi cargaba con Jiang Cheng y Lan Xichen con Meng Yao.

La vista inhóspita que les saludó en su viaje a Gansu fue la de un desierto escarchado. Desde las alturas, el vasto firmamento es tan níveo y desolador como las mentes de los cultivadores preparándose para lo inevitable. El bosque, bajo ellos, sin embargo, son motas en la distancia que alternan entre matices verdosos y marfiles. Las hojas yacen congeladas y los colores no se superponen porque la calidez del astro rey en las alturas no es suficiente para hacerlos emerger.

La brisa es fuerte, pero ellos poseen buena constitución física. La única preocupación cerniente es Jiang Cheng cuyo estado la sitúa entre la más débil del grupo, aunque esto no sea algo que le agrade. Lamentablemente, es una realidad de la que Lan WangJi tuvo que encargarse al otorgarle su capa de invierno y ajustarla de modo que el viento helado no la enfermara.

Volaron sobre sus espadas con el anochecer despuntando en matices cerúleos. En el vasto horizonte las estrellas no salieron y la única lámpara que alumbró su inexistente camino fueron los talismanes que cada uno sostenía, imbuyendo escasa energía espiritual al menos para otorgarse la vaga sensación de tranquilidad a sabiendas que el único destino era el norte, y no pasarse del límite a menos que supieran a lo que se están enfrentando.

Pero a pesar de la noche en el mundo y la luna dormida, yacía en sus mentes la preocupación latente de un destino incierto. ¿Qué sucedería si pasaban el límite y se perdían? ¿Qué les aguardaría del otro lado?

Esas preguntas yacían en la mente de Wei WuXian y probablemente en la de los Jades de Lan.

Lan Sizhui y Lan Jingyi como buenos discípulos de Cloud Recesses soportaron la tribulación y se mantuvieron en silencio aun cuando el amanecer estaba comenzando a despuntar por el este con un astro ambarino tan moribundo como su amante plateado. Las fuerzas se agotan, el grupo estaba considerando seriamente descender y seguir a pie.

Pero entonces, Wei WuXian observa más allá una aurora boreal que parece una barrera de contención y sabe que es ahí donde tienen que detenerse.

En ese momento está en la espada de Lan Sizhui y gira de soslayo para ver su semblante pálido por el esfuerzo otorgado. Esboza una mueca de culpa, pero pronto la desvanece porque sabe que ya están cerca de su destino.

Blanca Peonía; Nubes DoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora