Velado

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Prompt 08 - Hidden fragance

Disculpen no actualizar ayer, me quedé sin internet por un problema en el servicio.


Blanca Peonía; Nubes Doradas

Velado


Escogieron la posada menos bulliciosa ubicada en las zonas aledañas de la línea de caza. Un lugar tranquilo que no recayera en la inevitabilidad que supone vestir como un Lan.

La secta Gusu Lan es famosa. Su destreza y habilidades marciales, junto con su belleza, los hace un clan fuerte, formidable. Las personas al observar a un miembro del clan, inevitablemente se sienten atraídos por el poder que destilan, la forma en cómo ejecutan sus andares llenos de inusitada perfección.

Wei WuXian, en su momento llegó a burlarse de cómo las personas rodeaban a Lan WangJi para pedirle consejos sobre cultivación, e inclusive, algunos más audaces, llegaron a solicitar permiso para tocar, aunque fuese un tramo de su cuerpo innecesariamente cubierto.

Sin embargo, aunque a Wei WuXian le agrada la idea de burlarse un poquito más acerca de esa circunstancia, emplea la inexistente madurez que sabe, tiene en algún lugar de su cuerpo y se dice a sí mismo que no: hay que guardar prudencia porque Meng Yao, un joven, se supone, muerto para este mundo, está vivo.

Le ha prometido a Lan Xichen velar por su seguridad.

La posada es tranquila. Con la noche creciente cual cortina oscura sobre el firmamento índigo, ya la luna yace alta en las inmensidades y es como una lámpara nívea que alumbra el camino. El fulgor plateado se interna por las ventanas abiertas de aquel pasillo, el casero los conduce a los tres a la habitación más grande del recinto por pedido de Lan WangJi.

A Wei WuXian le hubiera gustado un poco de privacidad para poder conversar las inquietudes con su esposo, pero más allá de eso, observa de soslayo el perfil ensombrecido por la capucha y al casero observándolo de tanto en tanto, arguyendo quizás que se trata de una persona desfigurada, Wei WuXian concluye que no puede apartarse ni un momento de Meng Yao.

No porque desconfíe, Wei WuXian ha aprendido de una mala forma que la vida no siempre gira en torno a los deseos que se anhelan y las causalidades dañinas están a la orden del día. Apartarse de Meng Yao, aunque sea unos instantes, podrá desatar una serie de eventos que no quiere perder de vista.

—Esta es la habitación más grande, por favor cultivadores, pónganse cómodos. Si desean comida o bebida, no duden en llamar —con eso dicho, el casero abre la puerta y se inclina, permitiéndoles entrar.

—¡Gracias! —exclama Wei WuXian por los tres, sonriéndole al casero que asiente, comprendiendo pronto que ya debe retirarse.

No transcurre mucho cuando ya están los tres en la habitación. Lan WangJi cierra la puerta tras ellos y Wei WuXian se permite observar con detenimiento el cubículo donde pasarán la noche, contemplando al costado derecho tres camas individuales; al fondo, una ventana abierta que deja entrever el resplandor de la luna con el bosque yermo; y unos pequeños muebles de madera para colocar los artilugios y... nada más. Sencillo, pero costoso.

Wei WuXian siente necesidad de expresar su queja.

Abre la boca, pero observa a Meng Yao frente a él con la vista fija en la ventana y decide que puede ahogar sus quejas en un momento posterior, en cambio esbozando una tenue sonrisa en dirección al joven.

—A-Yao —lo llama. Meng Yao parece lo suficientemente distraído contemplando el paisaje fuera de la ventana, pero, aun así, lleno de juicio como para saber que lo están llamando, y no crisparse por la sorpresa. Él gira, enfrentándolo. Su mirada impasible no demuestra algún sentimiento adverso pero sus orbes sí exhiben su cansancio. La sonrisa en los labios de Wei WuXian se amplía cuando habla—: pasaremos la noche aquí para descansar, probablemente mañana retornemos a Cloud Recesses.

Blanca Peonía; Nubes DoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora