Llegar a una escuela donde no conoces absolutamente a nadie es frustrante, y más si terminas por conocer a Dylan Donnet, un irritante y completo idiota, con un ego grandísimo. Que gracias a él formarás parte de una apuesta. ¿Verdad que es un idiota...
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POV SAM
Tener a Dylan encima de mí, hace que me venga a la mente aquel miedo que sentí cuando me ocurrió lo de Carlos. Y es algo que no podré olvidar nunca.
Él me estuvo llamando, pero no quiero hablar con él, en lo absoluto.
Estaba terminando una tarea, Amy me llamó que mi mochila la tenía ella, de salir corriendo la había olvidado en el salón. Le pedí que me la tenga.
Sin darme cuenta me estaba quedando dormida, vi la hora, serán pronto las siete de la noche, mejor decidí dejar lo que estaba haciendo y descansar un poco, no quería darle más vueltas al asunto. Después me levantaría a preparar la cena.
Si la estamos pasando muy bien.
Tú no vas a ningún lado, muñequita.
¿Cómo que de que no? ¿Eh? ¿Cómo que de que no?
¡Vas a ser mía! ¿Me entendiste? ¡Vas a ser mía!
Jamás creí que mi primera vez sea de esta manera, menos si la persona que me estaba haciendo esto, era de quien yo me había enamorado. De aquella persona a quien yo le llamaría mi primer amor.
Carlos siempre me gustó, desde que lo conocí en la secundaria. Era el chico apuesto que a toda niña le gustaría estar con él, incluyéndome. El haberme enamorado de él fue un error.
— ¡No por favor, suéltame, me haces daño!
— ¡Sam, despierta!
— ¡No! ¡Suéltame!
— ¡Sam!
Desperté con la voz de mamá, tenía la respiración acelerada y estaba sudando, miré el reloj y eran las tres de la madrugada. Había dormido mucho.
— ¿Qué pasa Sam? — Ni bien vi a mi madre en mi cama, la abracé con fuerza, es lo único que necesitaba de ella, un abrazo que te haga sentir que, a pesar de todo, las cosas pueden estar bien.
Me eché a llorar en sus brazos.
— ¿Qué pasó cariño? ¿Por qué lloras? ¿Y por qué estabas gritando?
— ¿Gritando?
— Sí, repetías muy seguido una frase. ¡No por favor, suéltame, me haces daño!
Me quedé callada, nunca le conté a mi madre qué es lo que me pasó.
— ¿Qué es lo que pasa? ¿A quién le decías que te soltara? ¡Cuéntame! Tú sabes que puedes confiar en mí ¿Verdad?
Asentí.
Nunca tuve el valor de decirle a mis padres que abusaron de mí, desde el año pasado, el saber que mis padres se iban a divorciar y recibir la noticia que mi mejor amiga de toda la vida falleció.