Llegar a una escuela donde no conoces absolutamente a nadie es frustrante, y más si terminas por conocer a Dylan Donnet, un irritante y completo idiota, con un ego grandísimo. Que gracias a él formarás parte de una apuesta. ¿Verdad que es un idiota...
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POV SAM
Desperté y la verdad me sentía malísima, ya venía el fuerte dolor de cabeza. Ese que llega después de haber tenido una fiesta sin control.
Pero en esta ocasión no hubo ninguna fiesta.
— ¡Joder! ¡Duele como mierda! — Me quejo tocándome la cabeza, no recuerdo que pasó anoche, solo que sin querer bebí alcohol y que Dylan me acompañaba a la habitación y de ahí nada. Absolutamente nada.
Busqué mi celular por todas partes de la cama, finalmente lo encontré debajo de la almohada. Eran las 10 de la mañana, algo ya demasiado tarde y no estoy acostumbrada a levantarme a esta hora. Mi estómago gruñó en señal que tengo hambre.
Escucho a alguien tocar la puerta.
— Puedes pasar. — digo en voz alta. — Quien quiera que seas.
— ¡Por fin despiertas! — Es Dylan.
— Buenos días. — dije acomodándome en la cama.
— Buenos días, bonita te traje el desayuno. — entra colocando la bandeja encima de la mesita de noche y sentándose en la cama.
— Gracias.
— ¿Estás bien?
— Con algo de dolor de cabeza.
— ¿Recuerdas lo que paso anoche?
— ¿Anoche? Bueno, nada más recuerdo que por equivocación tomé alcohol.
— ¿Solamente eso? — expresa acercándome la fuente del desayuno, y la verdad me ha sorprendido bastante, me trajo panqueques en forma de corazón, con fresas, mis favoritas. Acompañado de café con leche y mermelada de fresa.
Sí que se tomó su tiempo.
— Todo se ve muy delicioso. Pero volviendo al tema. Si, solo eso, recuerdo. — respondo dando un sorbo al café. — ¿No pasó nada? ¿Verdad?
— Bueno, sí a nada le dices, que me besaste con tanta pasión y que me pediste que te haga el amor, pues yo no le diría a eso, nada.
Abrí mis ojos de par en par. — ¡¿Qué?!
— Y bueno, yo no me pude resistir a tantas súplicas. Estabas tan excitada, que te juro que traté de contenerme, sin embargo, no pude. Y, a decir verdad, me gustó mucho y bueno tú tampoco dijiste lo contrario. — Me dice pícaramente y dirigiendo su mirada a mis pechos.
Que descarado.
Tapo mis pechos, aunque este en pijama, no quiero que me vea.
Díganme qué no ha pasado nada. ¡Por favor!
Sé que ya no soy virgen por cuestiones que ya se sabe, pero imaginaba mi segunda vez muy diferente.
— ¡Dylan, dime que no lo hicimos! ¡Estaba borracha! ¡¿Cómo es posible?! ¡¿Te aprovechaste de la situación?! — estaba histérica y muy molesta con él, me ha decepcionado.
