Llegar a una escuela donde no conoces absolutamente a nadie es frustrante, y más si terminas por conocer a Dylan Donnet, un irritante y completo idiota, con un ego grandísimo. Que gracias a él formarás parte de una apuesta. ¿Verdad que es un idiota...
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POV SAM
— ¡¿Cómo que estás embarazada?! — La mano de la señora Donnet estampó contra el rostro de mi mejor amiga. Y puedo decir que se escuchó en toda la sala.
Amy solo puso su mano en la mejilla, tratando de controlar las lágrimas, pero no lo conseguía.
La reacción de la señora Donnet, no era la que yo esperaba, creí que el ser una madre ausente, trataría de entender a Amy, claro está que no estoy de acuerdo en traer bebés al mundo a esta edad.
Pero está siendo muy injusta.
— ¡¿Armando escuchaste lo que acaba de decir la niña?!
— Mamá cálmate. — dice Dylan, abrazando a su hermana. Luke también va a su encuentro.
— ¡Cálmate nada Dylan! Tu hermana está diciendo que está embarazada. Y estás así de tranquilo ¡Es una niña joder! Y supongo que es de este mocoso. ¿Cómo es que nunca supe de esta relación? — dice señalando a Luke.
— ¡¿Y cómo vas a saber, si nunca estás aquí?! Amy quiso decirte varias veces sobre su relación. — Puedo sentir el dolor y la decepción en la voz de Dylan.
— Ya te puedes imaginar cuál fue tu respuesta. — dice muy molesto.
— No sabes absolutamente nada de nosotros.
— Dylan... — El señor Donnet trata de hablar.
— No papá. — Dylan lo detiene. — Estoy tan cansado de esta situación. De que ustedes vengan a casa a una hora en la que no podemos estar un tiempo en familia.
— ¡Dylan! ¡Anahí es tu madre y le debes respeto! — grita con enojo y Dylan se queda callado.
— Y cariño, este tema no se solucionará con gritos y menos golpeando a Amy. — Se dirige a su esposa.
— Debemos tomar la situación con calma. ¿Cómo te llamas jovencito? — pregunta el señor Donnet, mirando a Luke.
— Señor, mi nombre es Luke Anderson, sé que quizás para ustedes, la noticia no ha sido la mejor, pero yo amo a su hija, más que a nadie y prometo hacerme cargo de todo, la amo demasiado y no la dejaré sola.
— Pero ¿Cómo puedes estar tranquilo Armando? Tu hija...
— ¡Anahí! — La interrumpe. — La niña inició su vida sexual, ha sido bajo su responsabilidad y estaba consciente de lo que podía pasar, en el colegio le enseñan todo eso, hasta les recomiendan que usen protección.
— ¡Me importa una mierda lo que le enseñen o no! ¡Mi única hija no será mamá a los diecisiete!
— ¡Mamá cumpliré dieciocho! — grita Amy, después de haber escuchado a su madre.
— Tú cállate, o si no quieres que te dé otra bofetada.
— ¡No mamá! ¿Sabes? Siempre quise preguntarte sobre estas cosas, pero nunca estabas aquí en casa y cuando estabas no querías hablar porque llegabas muy cansada.
