Llegar a una escuela donde no conoces absolutamente a nadie es frustrante, y más si terminas por conocer a Dylan Donnet, un irritante y completo idiota, con un ego grandísimo. Que gracias a él formarás parte de una apuesta. ¿Verdad que es un idiota...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV SAM
Hace mucho frío y ha pasado unos minutos desde que Carlos se llevó a Elisa y no han regresado. Pero trajo de vuelta a Amy.
Se escucharon algunos gritos a los lejos. Estaban discutiendo.
Pero lo que no entiendo, como es que Elisa ha estado con él todo este tiempo.
¿Ha estado tan ciega?
A mi mente me llega el recuerdo de Dylan llegando a casa, después de ir a comprar uno de mis antojos, mango verde con sal.
Y llegó a contarme que había encontrado a Elisa y a su pareja. Ella estaba embarazada y que pronto iba a dar a luz.
Supongo y sé que no me equivoco es de Carlos, pero como se pudo fijar en alguien como él.
Yo no soy quién para desearle el mal a Elisa, pero no merece haberse enamorado de alguien como Carlos. A pesar de lo que pasó en la secundaria ella no merece una vida así. ¿Y cómo es que se puso de acuerdo con Carlos?
Jamás le hice daño, al punto de querer vengarse de esta manera conmigo.
— Muñequita. — escucho que Carlos se acerca. — Por culpa de tu amiguita, tuve que callar y amarrar a mi mujer.
Recuerdo todo lo que dijo, por la forma en la que se comportó Elisa, ella no tenía idea.
Le había mentido, inventó cosas que no son verdad, jamás me insinúe a él ni a su mejor amigo. Ni siquiera sabía quienes eran sus amigos más cercanos. Menos conocía a su maldita familia.
Él va y toma a Amy, del brazo.
— Suéltame, hijo de puta. — Amy dice furiosa.
— ¿A dónde te la llevas?
— Aún lugar, donde no pueda decir ni una palabra más. — La jala con fuerza, mientas que Amy se resiste.
— Déjala, por favor. — Llego a entender por qué estoy aquí. Sin Amy, yo jamás hubiera aceptado en verlo. Por eso hizo todo esto. — Tú me querías a mi ¿Verdad? — Él voltea.
¡Bingo!
— Querías que viniera y que esté junto a ti. — Amy me mira con desaprobación. — Por eso secuestraste a Amy y a Nathy, porque sin ellas yo ni siquiera hubiera aceptado en verte.
— ¿Qué es lo que quieres conseguir?
Sé que me arrepentiré. — Suéltalas.
— No, Sam. — espeta Amy.
La ignoro. — Deja que Amy y mi sobrina que se vayan.
Amy me mira con tristeza. Yo solo le dedico una mirada tranquila.
— Sí, dejo que ellas se vayan, tú y yo nos iremos de aquí. Desaparecemos de este país.
