Cap. 2 Esto no es más que un simple capricho

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Luke había sido llamado por sus padres, se veían serios pero con un gesto de compasión, o al menos esto era el que él lograba ver.
Se sentó en uno de los acolchados sillones de la espaciosa habitación en la que sus padres se encontraban.

Cada segundo que pasaba hacía que se sintiera cada vez más incómodo, sobre todo por el silencio que inundaba por completo su residencia.

Entonces su padre, Anakin Skywalker empezó con la conversación.

– Luke, tenemos que hablar de algo contigo– Padmé a su vez asintió haciendo énfasis en corroborar lo dicho por su esposo.

– ¿Recuerdas la negociación que queríamos con Cloud City? pues ya hemos hablado y tenemos ahora un trato.

– ¡Eso es bueno! ¿No? Pero... ¿Qué tiene que ver conmigo?

– Bueno – siguió su madre – logramos llegar a un acuerdo que te involucra.

Luke estaba escuchando atentamente a su madre y a su padre hablar.
Empezó a ponerse pálido cuando de pronto sus padres al fin revelaron su tan extraño acuerdo.

– P-pero ¿por qué yo?– Luke trataba de que sus  padres entendieran su posición– Porque... Ah, bueno, somos hombres– soltó como última excusa aunque realmente ese hecho no le afectaba en gran medida – ¿Por qué no puede ser Leia la que se case con 'ese tipo'?

Su madre suspiro y contestó
– No, ella está muy ocupada con la organización y soluciones que los Senadores de la República acuerdan. Tú eres nuestra única opción.

Luke no lo podía creer, ¡su madre estaba defendiendo a su hermana Leia! Notó de inmediato el favoritismo.

– ¿Qué hay de alguien de otro sistema, planeta o lo que sea?

– Nosotros estamos actualmente en una situación complicada. Aunque fue hace años la irrupción de Palpatine en el Senado y ya hemos logrado consiliar a la mayoría de separatistas y algunos rebeldes, no estamos totalmente en la posición de incomodar a los demás después de tanta inestabilidad. Es por eso que la unión de Cloud City a la republica es sumamente importante, asegurar que estaremos en paz aunque sea un poco más de tiempo.

Se quedó callado, haciendo así que él y su padre siguieran la conversación en sus mentes.

Pero papá, esa no es una excusa. No es justo que yo sea la primera y la última opción.

– Hijo, entiendo cómo te sientes al no querer comprometerte. Te contaré una historia– dijo comenzando un relato perdido en su memoria.

Hace muchos años, un joven padawan y su maestro caminaban en uno de los tantos campos de Naboo. Él no estaba concentrado, pensaba más de lo que un jedi debe. Él sabía que amaba a su maestro, sin embargo también amaba a su esposa, pero no podía descartar el hecho de que deseaba estar con su maestro...

– Maestro, se que soy un jedi, y que nosotros tenemos reglas estrictas que no podemos romper, sin embargo, yo amo a una persona, más allá del simple afecto

– Te refieres a Padmé,– Dijo con tono amable– lo sé, hace tiempo que comprendí que ustedes se amaban”– Terminando la frase con una mirada al horizonte.

– No maestro,– y Obi Wan lo vió con duda– Yo realmente he tratado de sacar de mi mente aquella sensación, pero no he podido...– y con un suspiro dijo– es usted a quien yo amo.

Obi Wan lo vió afligido y pensativo, notó que su aprendiz quería formular una palabra, pero en lugar de eso le dió un cálido beso en sus labios, sorprendiéndolo.

«– La verdad es que... te amo, Anakin.

– Yo... También lo amo, aunque usted sea mi maestro»
Anakin se encargó de omitir esa parte a la narración hacia su hijo.

Ambos admitieron que se amaban desde hacía tiempo, sin embargo, tuvieron que despedirse ya que tenían misiones diferentes.
Luego la Orden 66 se ejecutó y muchos jedis fueron asesinados y los pocos que lograron sobrevivir y escapar de las garras del Imperio se escondieron de forma casi perpetua.

Pasó el tiempo y logramos vencer a Palpatine o como se conoció después: Darth Sidious. Algunos pocos Jedis que quedaban decidieron salier de las sombras y así surgió la nueva Orden Jedi.

Se supo después del maestro de aquel padawan, auto exiliado, en un remoto planeta llamado Tatooine. Su antiguo padawan ahora ya un jedi de la orden deseaba buscarlo, pero decidió quedarse allí junto a la Orden jedi, sus dos hijos y su esposa, y todo para mantener la nueva alianza jedi con la Nueva República, ambas casi completamente destruidas, para evitar los conflictos que podrían llegar en el futuro.

Luke estaba sorprendido, su padre le había contado la historia de el por qué habían pocos Jedis cuando él y su hermana gemela nacieron, pero nunca les había comentado la de su pasado con su maestro y él amor que nunca comenzó. Él sabía que al contar aquella historia hablaba con palabras de su propia experiencia.

Luke quería negarse de nuevo, pero le conmovió la historia que le acababa de contar su padre; el quería la paz.

Entonces dijo

– Está bien...– parecía que diría algo más, pero no lo hizo.

El príncipe contrabandista y el príncipe JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora