Cap. 5 Hologramas

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Narra Lando
Puse en marcha mi grandioso plan. Fuí a la sala de comunicaciones; ya había pedido una reunión con los senadores Skywalker, dije que "quizá" tenía una idea para beneficiar tanto a Cloud City como a la República.
Llegué rápidamente, había dejado a Han en mi mansión, así que no tenía nada por qué preocuparme.

Cuando logré contactar a los senadores, un holograma azulado apareció frente a mí.

-Senadores Skywalker- saludó Lando.

-Gobernador Calrissian- habló Anakin.

-Les he llamado para hablar de 'negocios' entre la República y mi ciudad.

-Claro, queremos escuchar su propuesta.- esta vez habló Padmé.

Empecé por explicar la parte en la que mi "hermano adoptivo" estaba en disposición para casarse con alguien con un puesto político.
Les insinúe que podría ser comprometido con su hija, la princesa Leia.
Les dije que así se podrían unir ambos bandos y de una manera más estable.

Luego, los senadores se vieron por un momento y me contestaron.

-Es una buena idea.- dijo Anakin y luego siguió Padmé -Aunque nos parece justo que nosotros decidamos con quién se comprometería su hermano.

Me sentí nervioso por un momento pero luego, la senadora siguió con su propuesta.

-Creemos que el mejor candidato para este tema sería uno de nuestros hijos...- hizo una pausa en la que tal vez estaba decidiendo que decir. -Así, que hemos decidido dar a nuestro hijo en matrimonio.

Me paralice por unos segundos antes de poder contestar. Me repuce y pregunté lo más caudalosamente que pude para no ofender a los senadores.

-Discúlpe, dijo, ¿su 'hijo'?

-Así es.

Creo que mi cara mostró más impresión de lo que debería, ya que el senador Anakin me aseguro rápidamente que su hijo era una mejor opción que su hija, ya que ella estaba trabajando en un proyecto directamente con los demás senadores y que por lo tanto no podría ser ella quien se casara con Han.

-Oh, sí, desde luego. ¡Es una magnífica propuesta! Considero que deberíamos hablar después del tema de la... boda.

-Por supuesto, pronto nos volveremos a ver.

Y así, los senadores finalizaron la conversación.

Salí de la sala de comunicaciones un poco aturdido. En este sistema es posible una boda con personas del mismo sexo, pero lo que más me preocupaba, o más bien me estaba haciendo pensar más de lo debido, era que de seguro Han se opondría, y lo más probable es que me culparía a mí.

Muchos se preguntarían por qué estaba ayudando a un contrabandista que básicamente robó mi nave. Bueno, le estaba pagando una vieja deuda, porque me salvó del sarlacc Karcooc en Tatooine, y logró escabullir una mercancía útil para mí empresa en Bespin.

Al fin, le debía una, o quizá dos, pero fue por eso que ahora le pagaba ayudándolo a escapar de la justicia.

Llegué a la sala en la que Han se suponía que debía estar, y cómo debí de suponer antes, no estaba.

Han, Han, Han, ¿Por qué nunca hace lo que le digo?

Le había dejado en claro que no quería que se moviera de allí porque no lo buscaría después.
Aunque claro, fuí a buscarlo.

Mientras buscaba a Han, estuve pensando en los senadores, tal vez no querían que su hija, la cual de seguro era su favorita, se casara con un extraño, pero lo raro es que hayan aceptado que su hijo se casara con él.

Hmm, y luego dicen que los padres no tienen preferencias.

Encontré a Han deambulando por varios corredores del edificio, sí, se había perdido.
Lo llevé de nuevo a la sala y le dije.

-Oh, te mereces lo que ocurrió. Siempre que en mis planes tu estás de por medio salen mal. Y estoy seguro que lo sabes.

-Pero que ocur...

No lo deje continuar.

-Ahora, tendrás que grabar un holograma para el Príncipe Luke Skywalker; y quiero que lo halagues un poco.

-¿Qué? ¿Pero de qué estás hablando?

Suspiré, me armé de valor, y le dije.

-Te vas a casar con el.

El príncipe contrabandista y el príncipe JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora