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  Pero sus cejas, eran realmente un problema para José y su obsesión por tener las suyas tan lindas como las de aquel joven, altas y pobladas, tan perfectamente peinadas que cualquiera podía pensar que estaban hechas por algún profesional, pero José sabía que eran naturales y muy envidiables para su gusto.

-¡Hey!- El joven entonces movió su mano frente al rostro de José- ¿estás aquí?

José soltó el lápiz que mantenía entre sus labios, e hizo un sonidito impropio, su compañero, como parte de algún instinto repentinamente mordió la parte inferior de sus labios.

-Pues eso creo- José ojea lo escrito y ladea algo la cabeza- analizaremos un Poema de Neruda.

-Neruda eh, no tengo idea de quién es ese tipo ¡Bufff!- bufa alguno de sus cabellos que caían en su rostro, enloquecen moviéndose hacia adelante por el aire que sale de su boca, se echa hacia atrás, acaricia sus hebras rosa y luego vuelve a acercarse al punto donde esta José- ¿Tú tienes idea de quién es?

-Pues no, en realidad...

El joven suelta una risita indulgente pero a la vez un tanto irónica, y esa media sonrisa casi parte en dos a José, le caía terriblemente sexi en su rostro. Deja de lucir como estúpido, lo acabas de conocer, no deberías de sentir más nada que total indiferencia, además está burlándose de ti.

-¿Sucede algo con eso? Sé que fue un poeta y político... chileno o algo así.

-No pasa nada, solo que pensé que eras de los cerebritos.

José se auto analizo, tenía su cabello vuelto un huracán cobrizo, su ropa lucía igual de desaliñada que él, y bueno... su rostro, no podía decir nada de él, era tan pálido como papel y debía estar demacrado por no haber dormido en días. Fuera de eso... no parecía lucir como "cerebrito".

-He leído muchas novelas, tantas que no podría contarlas, pero los poemas no son lo mío, y casi nunca recuerdo que escritores escribieron aquellas novelas así que... puedo ser la decepción de los cerebritos.

-Eso es un hecho, pero tengo la solución- apunta con su largo dedo, saca su móvil- creo saber quién puede tener esa información- José se percata de que tiene una canción en reproducción, su cabellera y parte de su abrigo ocultan el auricular que sale desde dentro de su camiseta.

Pero ese detalle no lo desconcierta tanto como lo que se está reproduciendo, realmente escucha the Louvre.

-¿Qué? ¿Tengo algo raro?- inquiere en cuanto vuelve a dejar su equipo al bolsillo de su chaqueta.

-Escuchas a Lorde- José no se lo puede creer.

El joven se encoje de hombros.

-Cualquiera escucha Lorde en estos tiempos, ¿Oqué? ¿No te va?

I want sex/ Quiero sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora