I want sex/ Quiero sexo.

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La ensalada de salmón estaba exquisita, José tomó un último bocado, y ya disponían de un pastel de frutas con leche de tres cremas para postre. José coge uno de los frutos jugosos del pastel y se lo introduce a la boca, el sonidito de sus labios al chuparse los dedos le llama considerablemente la atención a Brandom. José lo observa con la mirada puntiaguda, sus ojos que se hacían pequeños y felinos. Era inquietante, José quería saber que pasaba por la cabeza de aquel enigmático joven de cabellera rosa.

- Quiero darte de comer- le susurra Brandom al oido- se me ocurren varias cosas para alimentarte, tienes buen diente José-

José, su cuerpo, se vuelve un cúmulo de nervios impacientes por calmarse, y vuelve a pulsar allí en su vientre una sensación muy inquietante. José suspira, mira al hombre que está su lado, con ese traje negro, pajarilla en el cuello, y una sonrisa radiante. Su mandíbula se tenso. Sonríe para si mismo. Brandom no dejas de cantarme cada vez más. En un acto de lujuria José toma de nuevo una fresa fresca del pastel, el fruto estaba cubierto por una sustancia viscosa y acaramelada. A José le recordó al lubricante que había usado Brandom en su última sesión de sexcam. Denotó que nadie le estaba observando, y lamió del fruto con la punta de la lengua mientras mantenía contactó visual con Brandom para rápidamente dar un mordisco al fruto.

- Sería estupendo que me alimentes- dice luego José por bajo con una sonrisa de rabo a rabo.

Brandom se muerde los labios, y con el dedo índice, limpia a José un poco de ese nectar dulzón, se lleva el mismo dedo a la boca y absorve rápidamente.

- José estoy a punto de llevarte al baño y follarte ahí mismo... Pero ya tendremos tiempo para ello.

José parpadea fuerte y suelta los labios a sabiendas que los tenía contenidos con los dientes, la sangre la tenía en las mejillas haciéndolas más rojas.

- Quiero agradecer principalmente a todos los que han asistido a esta velada, hemos enfrentado cosas realmente fuertes, y tenerles aquí para nosotros es una grata sorpresa.- la madre de Kylie tenía ya voz suave, de esas que te gusta escuchar, y se dirigió a todos con micrófono en mano y una linda sonrisa- si alguien quisera dar unas palabras.

De pronto una mano se alzó entre la multitud y todos quedaron perplejos. Kylie se levantó de la mesa, fue al encuentro de su madre.

- Mi hermosa hija- sonríe mientas le entrega el micrófono le dice algo al oído y ella asiente.

- Hola, buenas noches, espero que todos la estén pasado de maravilla. Yo por mi parte siento que puedo volar de la felicidad porque mi familia está aquí conmigo- hace una pausa, se le ve tranquila, y los labios intentan decir algo más pero lo piensa:- luego de los tropiezos queda el perdón y quiero que está noche reine el perdón. Esto no hubiese sido posible sin una extraordinaria persona, quién valientemente enfrentó cosas que nosotros mismos teníamos miedo de hablar y expresar. Por eso quiero que mi hermano Thomas como miembro de esta familia y hermano mayor brinde unas palabras de disculpas a José. Siento que el se merece eso.

Todo el mundo comienza a murmurar, incluso José escucha como unas ancianas en la mesa de atrás a la suya formulan comentarios respecto a José:

-" El fue el muchacho que dijo todo, el que se cayó a golpes con Thomas quien sabe porque"

José tenía los ojos muy abiertos y el corazón le latía con fuerza.

Kylie ¿Qué acabas de hacer?