Y se vio a sí mismo, esa escena, el grito desgarrador el olor a neumático quemado y una pequeña mano llena de sangre.
No, no llores, no aquí...
La música se detuvo, los cascos cayeron de sus orejas precipitadamente, alguien los había cogido.
-¡Estás aquí, claro que sí, lo estás al fin!- esa vocecita se guindo de su cuello, tanto que José no sintió respirar de nuevo, ¿acaso las mujeres de su vida eran de ese modo?
Reconoció ese rostro redondo, esa nariz perfecta, y esos labios totalmente tintados rojo vivo. Que cabello más lindo tenía, un rubio cenizo perfecto, eran como hilos de oro que caían en círculo hasta sus mejillas.
-Sí que soy yo, hola... oficialmente nos conocemos, nunca de verdad, nunca pensé que lo haríamos- Expresó José, entusiasmado.
José estaba en ese instante agradecido de que esa chica lo salvase de sí mismo. Soy mi peor enemigo, te amo Mad. Siempre había tenido eso en cuenta.
Mad era aquella amiga que él esperaba, su pequeña luz de esperanza, había conocido a Mad por internet hace ya más de dos años, se hicieron tan amigos por las redes sociales que diariamente hacían video llamadas y fantaseaban con la idea de conocerse. Pues el destino los sorprendió y cuando Madison se enteró que José viajaba a los estados Unidos específicamente a su ciudad, no perdió la oportunidad de contactar a su tía y convencerla de inscribirlo en su mismo instituto.
-Tranquilo yo tampoco pensé tener un amigo Otaku- expreso juguetona.
José pone los ojos en blanco y ladea con la cabeza.
-Solo me he leído los manga de Naruto y la Death Note, de verdad son muy buenos, además yo si me ducho.
-Se, se, se, amiguito- esta lo toma del brazo abrazándolo- mejor ven y te enseño la jungla Báxter okay.
Se inmiscuyeron tras la grandes puertas abiertas de la segundaria, un cumulo de estudiantes remolineaba el lugar por acá y por allá, el ambiente cambió, antes solo se escuchaba la fuerte briza, dentro solo se escucha una constante estampida de adolecentes farfullando. Todo era tan movido que José pareció marearse, la chica de quién iba alado también parecía eufórica y cada dos segundos saludaba a alguien diferente.
Mad es muy conocida aquí, tal vez sea bueno, me dará más oportunidad de acostumbrarme aquí.
Sudaba, sabía que por su frente una gota transparente le recorría toda la cavidad, se limpió tan rápido que al final el movimiento le pareció tonto, todo el mundo suda idiota no es como que no quieres que se den cuenta, deja de actuar tan estúpido. Se regañó a sí mismo, en ese momento se sentía desafortunado porque volvía a hacer el centro de atención y lo odiaba.
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I want sex/ Quiero sexo.
Fiksi RemajaJosé Torres es uno de los tanto inmigrantes venezolanos, acabado de llegar a la escandalosa Ciudad de Florida Miami se instaura en el instituto Baxter donde conocerá a Bramdon Lozano, un enigmático joven que lo enganchará hasta el ultimo tuétano, co...