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Eran ya las dos y cuarto de la mañana cuando José bajo precipitadamente por las escaleras de la casa de Kylie, pensó que era ya muy tarde y que su tía le habría dado permiso para solamente estar en dicha reunión hasta media noche . El tiempo se le había escapado de las manos. Llegó a la sala y paso las corredizas de cristal, para llegar al jardín por ese lado había que atravesar un trecho largo había explicado Kylie, pero era una poco transitada, y es que José quería en lo absoluto toparse con Thomas y sus secuaces. El camino estaba lleno de plantas y la luz que brotaba del jardín hacía del lugar algo semi oscuro. El frío de la noche acompañó a José, quien entretenido escribiéndole a su tía no se dió cuenta de quién tenía a pocos metros. Se tipo con el chaleco de seda y una camisa estampada de alguien anónimo. Hasta que subió la vista.

Unos ojos centellantes, de esos que se quedan grabados en la memoria, de un color verde agua, José parpadea varias veces y siente el humo a cigarrillo de este chico en particular.

- Marco ¿También has sido invitado?- José suena algo sorprendido.

- El mundo es un pañuelo- dice el joven.

Se coloca el cigarro en la boca y absorve fervientemente de él haciendo que la mecha se encienda de un rojo brillante muy intenso. Sus dedos brillaban de la colección de anillos que poseía.

- Evidentemente si- objeta José mientras presiona la tecla de enviar en su teléfono móvil-¿Qué te trae por acá?

- Estaba cansado de escuchar a mi mamá hablar de negocios y mi futuro- expresa taciturno y bota una bola de humo de su boca.

José se sacude el humo con la mano.

- Un buen sitio para un cigarro- dice José.

- Un porro- expresa.

José ve el objeto, era largo y estaba envuelto.

-Oh- dice José sin tener palabra que decir.

-¿ Y sigues con Brandom?- pregunta.

- Si, el y yo estamos en una- José tímidamente se peina el cabello- relación-

El chico entonces parpadea, sonríe y suelta un bufido, deja de lado el envoltorio de María que tenía en sus dedos y lo lanza al jardín. Se hacerca más a José, a una distancia poco habitual y José absorve su olor, olía a menta con gel de baño y marihuana encendida. José se muerde los labios, y mira a Marco con ese andar felino y seductor.

¿De verdad se atreverá a besarme?  

José tenía miedo, de ese que se le calaba por el estómago, tenía la intriga en el corazón y este le latía fuertemente, José da algunos pasos hacia atrás.

-¿No querrás besarme?- dice José en tono de broma.

El chico se acomoda los cabellos con los largos dedos, José observa su pecho y como desde su camisa desabotonada en tres botones podía asomarse un tatuaje. Encantador. Sue cuello era largo como el de un cisne, elegante, colgaban unas cadenas de oro y plata sencillas pero que le hacían vestir muy elegante la clavícula. Marco era como de esos chicos de portadas de revista, esos cantantes de niega era, delgados, altos y con los ojos y la sonrisa seductoras. Un cóctel peligroso, pero José sabía que terreno pisaba, era uno peligroso.

-¿Por qué no?- se pregunta- podría hacerlo, pero respeto tu decisión de ser novio de Brandom- Expresa.

- Que bueno que lo tienes claro- José calma su ímpetuosos nervios.

-Puede que me gustes, pero más me gustaría que Brandom viese como te beso o mejor aún yo besarlo mientras tú disfrutas del espectáculo ¿No te encantaría?-

José palidese al instante, y niega con la cabeza.

- Jamás compartiría a Brandom con nadie-

Marco sonríe, tenía una risa fina, de esas que no hay en todos lados, era ronca, corta, y sus labios se dibujaban muy bien mostrando una limpia dentadura.

- Solo bromeo- dice y le coje la barbilla, José le toma la mano y ambos quedan así por unos segundos.

Se observan, chocan miradas, y luego Marco alza sus rostro y vuelve a peinar sus hebras estilizadas al tacto de sus dedos.

- José, José, José, eres un chico muy hermoso Brandom y tú hacen una linda pareja. Suerte con él- termina la frase con una sonrisa de media luna.

Marco se retira y José se queda con las palabras en la boca y el rostro de él grabado en la mente.

Marco...

I want sex/ Quiero sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora